PERMISO ESPECIAL DE MIGRACIÓN

Permiso especial de migración

Cómo te ven, te tratan

Este próximo 21 de noviembre imparto una conferencia en la Cumbre Internacional de Estrategas Políticos en Panamá. “Mi plan” original consistía en llegar a este país desde el pasado lunes 19 de noviembre para tener oportunidad de familiarizarme con el entorno, medir tiempos, turistear un poco y demás. Sin embargo, el destino me tenía preparada una sorpresa.

Al llegar al aeropuerto en la madrugada, la persona del mostrador me señala que las leyes migratorias de Panamá solicitan que el pasaporte de quien desee entrar a ese país tenga al menos una vigencia de tres meses… y mi pasaporte vence el 18 de febrero del próximo año entrante, es decir, un día antes de cumplir el periodo solicitado. Por un momento, el mundo se me vino encima.

Empecé a explicarle que técnicamente contaba con más de 90 días de vigencia, contando que tanto el mes de diciembre y enero terminan en 31 y que mi propósito al entrar a Panamá era el de dictar una conferencia dentro de un evento internacional, pero la joven, estrictamente apegada a las reglas y escuchándome con cordialidad dijo que no se cumplían los tres meses sin importar los 92 días que yo contaba.

Me tomé un poco más de tiempo para explicarle el motivo de mi viaje, qué es lo que iba a hacer, quienes me habían invitado, lo entusiasmada que estaba por poder compartir lo que me apasiona… la joven me observaba con precisión, escuchó mi discurso y algo me decía que cada vez iba generándole más confianza.

Entonces hizo contacto con Migración de Panamá a través de WhatsApp. Envió fotos de mi documentación personal, la invitación que ha estado anunciada en las redes sociales e incluso mi Global Entry y, al final, me concedieron un permiso especial de migración. Ese día no pude viajar, pero no me desanimé. Lejos de sentirme una víctima o protagonista de una tragedia, agradecí la oportunidad que me brindó.

Salí del aeropuerto y me trasladé al restaurante Palax. Para quienes me leen fuera de Monterrey, deben saber que este lugar, además de ser icónico por su delicioso menú, es de los pocos que están abiertos las 24 horas del día. Así que nada mejor que un riquísimo caldo tlalpeño para compensar la levantada tan temprano.

Esta experiencia me deja varios aprendizajes como que está bien divertirse, pero construir una trayectoria de valor, cuenta. Está bien vestirse con comodidad a la hora de viajar, pero “como te ven, te tratan”. Esta bien tratar de negociar un acuerdo y esto siempre se debe hacer desde la humildad y la serenidad. Cuando un currículum te respalda y tu imagen es congruente con tu forma de hablar, actuar y vestir, tu mismo te abres muchas puertas.

No pretendo que nadie siga mis pasos, o que siga mi historia. Construyo mi propia historia, como cada quien lo hace. Y observo, con gratitud y satisfacción personal, que voy bien y Panamá me lo hizo saber.

Me siento honrada de visitar este inigualable país y doblemente emocionada. Me hicieron sentir como una princesa, o una visita de estado, con un “permiso especial de migración” y simplemente soy Clara Villarreal.

Twitter: @claravillarreal

LA AUTORA

Es reconocida por su desarrollo profesional en el área de la consultoría en imagen personal; eficaz para hombres y mujeres.

Clara Villarreal

Consultora de imagen personal, etiqueta empresarial y protocolo Institucional y organizacional.