Estas son algunas de las creencias más comunes entre las mujeres sobre su cabello que en realidad no se saben si son mitos o realidades. Veamos.
Teñirse con el cabello sucio
Si eres de las que no se lavan el cabello por varios días antes de teñirlo porque piensas que el tinte ‘agarrará mejor’, estás equivocada. Los tintes actúan igual, aunque el pelo esté recién lavado. Lo que sí es cierto es que el cuero cabelludo limpio está más expuesto, por lo que es más probable que te pique la cabeza durante la coloración o que la zona se irrite. Lo aconsejable es que laves el pelo unos dos días antes de ir a la peluquería.
El cabello crece más rápido al cortarlo
El cabello que sale de tu cabeza está muerto. Así que da igual que lo cortes todos los meses o una vez al año: no va a influir en la rapidez de su crecimiento. El cabello con puntas abiertas puede abrirse hasta la raíz, dando la sensación de que es más fino. Por este motivo, cuando cortas tu cabello recientemente lo notas más grueso e incluso en mayor cantidad. Esto puede hacerte pensar que ha crecido más rápido, lo cual no es cierto.
Es aconsejable aclararse el cabello con agua fría
Seguro que, más de una vez, has escuchado lo bueno que es hacer el último aclarado del cabello con agua fría. El agua fría sella las cutículas del cabello, de ahí que éste se vea más brillante cuando aplicas temperaturas más bajas. Además, el agua fría favorece la circulación en el cuero cabelludo.
El cabello se cae más en invierno
Es probable que durante diciembre tu pelo caiga con más frecuencia y en mayor cantidad. Ya sea por el estrés o porque el sol, el cloro y el salitre dañan y debilitan el cabello, lo cierto es que sí, se nos cae más el cabello en invierno.
No debes teñirte si estás embarazada
Si te tiñes de forma habitual y estás embarazada, es posible que alguien te haya comentado lo peligroso que es pintarse el cabello durante la gestación. Nada más lejos de la realidad: La mejora en la formulación de este tipo de productos, que hace años sí incluían algunos ingredientes peligrosos para el feto, ha permitido que, en la actualidad, el bebé no corra riesgos porque la mamá decida teñirse