MENOS HUMO, MÁS SALUD

Problemas de fumar

Los fumadores tienen más probabilidades de padecer la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, la cual dificulta la respiración, causa fatiga y produce infecciones pulmonares

De acuerdo con el Consejo de Salubridad General, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es un problema de salud pública y relevante debido a su impacto en la mortalidad, discapacidad y calidad de vida. Su principal desencadenante es el tabaquismo (activo o pasivo), aunque igual lo es la exposición constante al humo de leña, polvos, químicos o solventes.
Esta enfermedad engloba a un par de padecimientos específicos. El doctor Abelardo Elizondo Ríos, jefe de la división de neumología de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax, explicó que comprende al enfisema pulmonar y la bronquitis crónica, que se manifiestan por tos, falta de aire, dificultad para respirar, fatiga al caminar o hacer actividades físicas y dolor de pecho. Como consecuencia, se produce inflamación, alteración en la anatomía de las vías respiratorias y daño en los alveolos pulmonares.

Problemas de fumar

Diagnóstico y tratamiento

La enfermedad pulmonar comparte síntomas con el asma bronquial. Sin embargo, la EPOC se puede presentar en personas mayores de 40 años, mientras que el otro mal es más común en niños y adolescentes y está asociado a problemas de tipo ambiental (cambios de humedad, temperatura o clima).
Para detectarla los médicos tienen que realizar un estudio llamado espirometría, el cual muestra la cantidad de aire que entra y sale de los pulmones. Al notar la obstrucción, los especialistas en salud establecen la gravedad para, posteriormente, dar un tratamiento farmacológico o no farmacológico.
Los enfermos que no requieren fármacos necesitan dejar de exponerse a humos dañinos, hacer ejercicio constante, aplicar las vacunas contra la influenza y las neumonías (debido a que los síntomas se agravan cuando se suma alguna infección pulmonar) y, en algunos casos, asistir a rehabilitación pulmonar para comenzar a respirar mejor.
Por otro lado, el tratamiento farmacológico también incluye broncodilatadores, los cuales se encargan de mejorar el paso de aire inhalado.
Esta enfermedad crónica se puede contener y, en un escaso grado, revertir. Pero lo más importante es ayudar al paciente a que los síntomas no progresen. Cuando se deciden a tomar su tratamiento, hacer ejercicio y abandonar el cigarro, la gran mayoría de los enfermos puede llevar una buena vida.

Daniela Saldaña/EL UNIVERSAL
Sonia Valdés

Periodista de Vanguardia desde 1989. Editora de Omnia, Hogar y suplementos como PERIODIQUITO y CAMPUS Enlace Universitario. Maestra de inglés a nivel secundaria y una gran entusiasta de promover los valores y la importancia de practicar un deporte. Con un especial cariño por el beisbol.