Vivir fuera de México no solo le permitió crecer profesionalmente, sino conocer diferentes culturas.
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Mariana Salas Muñiz persiguió su sueño en el extranjero: para estudiar una maestría en seguridad, se mudó a Tel Aviv, Israel, donde tuvo la oportunidad de especializarse y trabajar en este rubro.
Originaria de Saltillo, la primera vez que dejó el país fue durante la universidad: realizó sus prácticas en la embajada de México en China por 13 meses, nueve en Shanghai y cuatro en Beijing.
Tras graduarse de la licenciatura en Relaciones Internacionales, decidió cursar una maestría en Seguridad y Diplomacia en la Universidad de Tel Aviv, pues en México no encontró esta especialización y buscó opciones a nivel internacional.
“Encontré varios países, pero me llamó la atención Israel por el conflicto bélico que tienen, y que además es el centro global para la innovación y ciberseguridad, y un país muy avanzado. Entonces, el país me ofrecía, además de mis estudios, mucho que aprender en su entorno”, explicó.
Al llevar la materia de CyberWarfare, se interesó por el área cibernética y los hackers. Entró al rubro en un puesto de Technical Support, donde se familiarizó con los términos y aprendió aspectos técnicos.
Después, fue Ingeniera de Preventa con el mercado de LATAM en una empresa de ciberinteligencia y Analista de Inteligencia en una unidad SOC (Security Operations Center).
Actualmente labora en RADWIN, que se dedica a las telecomunicaciones con productos de acceso de banda ancha inalámbrica. Al declararse la pandemia de coronavirus, les proveyeron todo lo necesario para realizar home office, así como charlas con psicólogos, clases de pilates y yoga por Zoom, cursos de cocina y actividades para los niños.
Mariana vive con su esposo, a quien conoció allá, su hijo de dos años y su perrito, Buju. Describe Tel Aviv como una ciudad costera muy segura, caminable y llena de cafés, bares y restaurantes excelentes. Considera que, de no haber dejado Saltillo, no se hubiera especializado en lo que le gusta, “y quizá no hubiera encontrado al amor de mi vida”.
Estar en naciones tan diferentes, en cuanto a religión y tradiciones, es una experiencia enriquecedora e interesante. Sin embargo, implica ciertos choques culturales.
Si no conoces la religión judía y sus costumbres, te sorprenderá que los días laborales son de domingo a jueves. Sus festividades son distintas: el Año Nuevo es un día normal y la Navidad se celebra en ciertas villas árabes cristianas. Las personas son directas y tienen poca paciencia.
“Por el tema de la religión hay más cosas, como la comida: los alimentos Kosher, no mezclar lácteos y carne. El shabbat es el fin de semana donde cierran la mayoría de los restaurantes y solo muy pocas cosas están abiertas”, agregó.
Ha sido una época difícil. El gobierno tomó medidas como el cierre total en tres ocasiones, avisar a la población que estuvo en contacto con infectados a través de sus celulares e incluso detener las operaciones del aeropuerto.
Gracias a las vacunas, han podido regresar a sus actividades y reactivar la economía. “Israel es el país número uno que ha vacunado a su población, quien no está vacunado es porque no quiere”, señaló.
La familia de Mariana está bien de salud, mas ella debió cancelar su viaje anual a México. También ha reflexionado mucho: “sobre nuestras vidas, nuestra pareja, si tengo el trabajo que deseo, si estoy haciendo lo que siempre quise, si somos felices con lo que tenemos”.
Recomienda a los jóvenes prepararse, estudiar y buscar carreras relacionadas con datos, inteligencia artificial, desarrollo de softwares, seguridad informática o robótica, además de aprender inglés y otro idioma.
“Cada día la mano de obra está siendo eliminada por computadoras y sistemas que pueden hacer el trabajo de una persona. Entonces, habrá algunos empleos que dejarán de existir y es por ello que hay que adaptarnos a las nuevas tecnologías”.
Por el momento, planea seguir viviendo en el extranjero, cuidar a su familia y continuar desarrollándose profesionalmente.
“Mi mayor satisfacción es haber tenido la oportunidad de estudiar lo que he querido y poder encontrar trabajo en las áreas que me han interesado. Israel es un país muy celoso en temas de seguridad y que me hayan dado la confianza en contratarme para esta área ha sido un gran logro”.
Mariana Salas Muñiz
Estudios en Saltillo: Estudié licenciatura en Relaciones Internacionales en la UVM. Mi primaria y secundaria en El Colegio La Paz y la preparatoria en el Colegio Ignacio Zaragoza.
Año en que te fuiste de la ciudad: En septiembre del 2013.
¿Qué es lo que más extrañas de Saltillo?
Mi familia, mis amigas, la comida y el clima. Siempre comparo el clima de Saltillo con el de Jerusalén; son muy parecidos, Saltillo más frío. La gente no me cree cuando les digo que de donde soy incluso nieva, creen que en México todo es calor.
¿Qué le agradeces a Saltillo?
¡Todo! Aquí crecí, aquí viví los mejores años de mi vida, los buenos momentos, las fiestas; Saltillo es una excelente ciudad para vivir: segura, no hay crimen organizado, tuve buenas oportunidades laborales, excelentes jefes, buena educación. Siempre que me preguntan de dónde soy, respondo: de México, pero del norte, de Coahuila. Quiero que conozcan esta parte.
Comida: En México, las enchiladas rojas de queso. En Israel, shakshuka de queso picante.
Bebida: Por lo general siempre tomo agua, pero las bebidas con tequila son las que más me gustan y los clamatos. Mi esposo también, ¡y los prepara mejor que yo!
Restaurante: The Old Man and the Sea es un restaurante muy turístico y popular al que me gusta llevar a la gente, es una forma de que conozcan la comida y es muy tradicional.
Lugar turístico: Tel Aviv es una ciudad más para caminar, ver la playa; en cambio en Jerusalén hay mucho más que ver. Toda la Ciudad Vieja de Jerusalén es una belleza, todas las religiones se mergen en un mismo lugar.