LOS LABERINTOS DE LA VIDA

¡Feliz 2020!

 

¡Feliz Navidad, mi estimado lector! Ya pasó el 25 y arrancamos con una nueva década.

¿Qué tal la convivencia en familia? Espero haya sido grata y enriquecedora. ¿Los niños felices con sus regalos? Ojalá los disfruten mucho y les dure el gusto aunque sea hasta el último día del mes.

Una vez cumplidos los rituales de la tradición navideña, es momento de comenzar a reconstruir los hechos de este año para saber hasta dónde nos trajeron y replantear hacia dónde vamos.

¿Qué imágenes le vienen a la mente de las lecciones que aprendió este año? ¿Considera que fue lección aprendida o aún hay cabos sueltos por resolver? En cualquiera de los dos casos enfocarnos en el crecimiento y los próximos retos es lo más importante.

Si le digo que se concentre en su futuro próximo, por ejemplo: la primavera. ¿Cómo se imagina? Ponga atención a las sensaciones que el cuerpo le arroja como reflejo al ejercicio creativo de soñar despierto.

¿Es libre de imaginar lo que quiera por absurdo que le parezca? Ojalá  y así sea, soñar despierto es una habilidad que se desarrolla a lo largo de la vida y las experiencias pasadas suelen ser los matizadores de dicha fábrica de sueños. ¿Qué tanto sus dolores opacan la visión futura? O ¿Qué tanto sus logros lo hacen aspirar a seguir?

Le daré un empujón y le haré unas preguntas como si estuviéramos en sesión: desde su mundo actual ¿Qué le gusta y que no? ¿Qué tan diferente sería su vida futura sin los no? ¿Cómo hará para transformar esos no en sí?

Estas sencillas preguntas lo hacen construir una historia en la imaginación. Note cuán poderoso es creando mundos y realidades. Si no se siente así, seguro sólo necesita estimulación. Practicar cualquier actividad artística es el detonador de nuestra propia fantasía. Si se siente corto en sueños o frustrado en emoción al imaginar y no lograrlo, sólo es cuestión de comenzar aquel libro que compró y aun no lee ni el prólogo, ir a las clases que tiene medio año intentando comenzar, o desempolvar el instrumento que tanto disfruta tocar, invertir tiempo de calidad hacia nosotros mismos, siempre es la solución más sencilla para desbloquear los pensamientos que nos mantienen en un ciclo de autoexigencia y autocrítica dañinos.

¿Este año va a reciclar más? ¿Qué tal su alimentación? ¿Está cómodo con ella? ¿A quién le dedicará más de su valioso tiempo?

Espero que estas preguntas lo incentiven a soñar en grande, con libertad y responsabilidad, mis mejores deseos para usted y los suyos para este nuevo año, que sea uno en el que todos nos esforcemos por crecer en conciencia, respeto y educación.

¡Feliz 2020!  Su siempre agradecida tapatía anorteñada. 

María Arquieta

Tapatía viviendo la experiencia norteña, diseñadora de modas de profesión, amante de las expresiones humanas artísticas, coach ontológico, formándome para ver amor, donde los demás no lo creen posible.