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¿Qué es un coach ontológico?
Y cómo sacarle provecho

Saludos mi apreciado lector, esta vez dedicaré el espacio para despejar algunas de sus dudas, he recibido por medio de mis redes sociales sus saludos, sugerencias e inquietudes, algunos de ustedes me han pedido que aclare qué es eso de ser coach ontológico ¿Y eso con que se come?, me han preguntado.

Comenzaré por definir la palabra ontológico. Es relativo a la palabra ontología. Viene de la rama de la filosofía metafísica, que estudia la naturaleza del ser y busca determinar las categorías fundamentales de la existencia y la realidad, así mismo la manera en cómo estas se relacionan entre sí. ¿Entendió? Seguro que sí, entonces, para el coach ontológico la realidad se genera por medio de la comunicación lingüística y corporal, su lema es: “El lenguaje genera realidad”, por lo tanto, desde la visión ontológica existen dos categorías de personas: las que cuentan historias y las que generan realidad.

¿Y cómo es esto? El lenguaje, es la habilidad de expresión comunicativa más importante del ser humano, por medio de este, crea su sentido de “ser y pertenecer”, el entorno donde se desenvuelve juega un papel importante, la información a la que está expuesto será adoptada para generar historias de sí mismo y de los demás, historias que se construyen desde el observador que “es” en el mundo, por lo tanto esta “visión ” puede abrir o cerrar oportunidades, todo dependerá se sus patrones mentales construidos desde lo lingüísticos, o sea, de sus habilidades  para componer conversaciones que generen un bien personal y común.

Seguro le ha pasado que el amigo de un amigo, siempre tiene una excusa de por qué llega tarde a la mayoría de los compromisos, llámese personales o de trabajo simplemente la puntualidad no lo ve como opción, y aplica las típicas frases de “el tráfico estaba terrible, por eso llegué tarde” o “no me dieron la promoción al nuevo puesto porque mi jefe/a no me quiere, desde que me conoció le caigo mal”.

Es el típico conocido que nunca adopta la responsabilidad de sus acciones, siempre tiene la culpa el otro y es la víctima de todos en las diferentes etapas de su vida, en la escolar, en la laboral, de pareja. Nadie lo comprende y por eso no puede dar su máximo, porque es controlado por fuerzas malignas externas (malos jefes, maestros, novias/os, papás, brujerías…) por lo tanto las conversaciones de estas personas están llenas de historias que utilizan como medio los pretextos y las justificaciones. A ellos les llamamos contadores de historias, Pero ¿qué pasa si a estos mismos amigos les damos unas sesiones de coaching ontológico y los hacemos cambiar de observador?  En primera tendrían que ir por voluntad, cansados de ser víctimas de su propia historia

¿Cómo podríamos construir las mismas frases pasadas, en generativas de realidad? “No tomé precauciones sabiendo que hoy es día de tráfico pesado, mañana no me pasa”. “Voy a asegurarme de saber por qué no fui candidato para la promoción del nuevo puesto, para que la siguiente candidatura me tomen en cuenta”. Estas conversaciones son construidas desde la propia responsabilidad y compromiso, generando una una realidad mucho más confiable para uno mismo y para los demás, el tema es extenso, mi estimado lector, si quiere que le aclare más puntualmente alguna duda, escríbame al correo o contácteme por las redes sociales, se despide su siempre agradecida tapatía anorteñada.

 

María Arquieta

Tapatía viviendo la experiencia norteña, diseñadora de modas de profesión, amante de las expresiones humanas artísticas, coach ontológico, formándome para ver amor, donde los demás no lo creen posible.