El número de pliegues y la altura del sombrero indican la jerarquía del cocinero
A mediados de 1800 Marie- Antoine Carême rediseñó los uniformes de chef, decidió que el blanco era el color apropiado, e implementó el uso oficial del gorro de diferentes alturas. Aunque se dice que desde el siglo XVI ya se usaban, hasta un congreso realizado en Viena, entre 1814 y 1815, fue cuando se popularizó.
Con el tiempo, el denominado La Toque Blanche, se convirtió en el detalle más distinguido y reconocible del uniforme. Una de sus características eran los plisados, que según los expertos eran el nivel de experiencia, pues cada uno significaba una técnica; así el 100 representaba el número de formas para preparar un huevo. Actualmente, los chefs trabajan de manera cómoda, pero en lugares o eventos formales se siguen respetando jerarquías.
LA CHAQUETA FILIPINA
Es cruzada para que pueda darse la vuelta y esconder las manchas que se acumulan a lo largo de todo un día de trabajo.
LA DOBLE CAPA DE ALGODÓN
Está diseñada para aislar el cuerpo del intenso calor de los fogones o de la salpicadura accidental de cualquier líquido hirviendo.
LOS BOTONES
Por su parte, tienen su razón de ser, ya que con frecuencia evita el contacto directo con las ollas y sartenes.
El chef ejecutivo viste el sombrero más alto y con gran cantidad de pliegues.
Cocineros supervisores se distinguen por portar una boina plisada.
Panaderos y salseros llevan un gorro pequeño, sin tantos dobleces.