¡LEVÁNTATE Y ANDA!

¿Estás preparado para morir? ¿Puedes decirle a Dios: cuando tú quieras? ¿Estás satisfecho de tu vida? ¿Sientes la paz de Dios en tu corazón? Piensa que nadie tiene la vida comprada. Nadie puede añadir a su vida ni un solo momento. Dios tiene contados los minutos y segundos de tu vida. ¿Hasta cuándo tendrás el privilegio de seguir viviendo? Sólo Dios lo sabe.

Por ello, ¡cuán importante es vivir bien y con sentido el resto de nuestra vida! Los días pasan veloces como el viento, el tiempo pasa inexorable y no se detiene. Llegará un día en que nadie se acordará de ti y tu cuerpo se habrá convertido en un poco de polvo. «Acuérdate de que eres polvo y en polvo te vas a convertir». Así dice la liturgia de la Iglesia el día de Miércoles de Ceniza. Por eso, aprovecha bien el tiempo y acumula un tesoro de amor que te sirva y tenga ecos en la vida eterna.

Rinde al máximo con los dones que Dios te ha dado. No seas mediocre. No seas flojo ni comodón. No seas como el agua del río, alegre y saltarina, que se estanca cansada y muere podrida. Vive con todas tus fuerzas y no las dilapides con falsos amores. Toma en serio tu vida.

Despierta tus energías dormidas. Toca, con el arpa de tu alma, las mejores melodías para alegrar la vida de tus hermanos.

Decía el poeta Adolfo Bécquer: Del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo, veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve que sabe arrancarlas! ¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio así duerme en el fondo del alma, y una voz como Lázaro espera que le diga «Levántate y anda»!

Así que levántate, despierta, canta con tu vida himnos a Dios y a tus seres queridos. Que tu vida sea un canto permanente de agradecimiento por esta vida tan hermosa que Él te ha dado. Tu Padre Dios espera más de ti. Tus hermanos te necesitan. No los defraudes. Descubre los tesoros de amor que hay en tu corazón.

Saca las notas dormidas del arpa de tu vida. Levántate y descubre el tesoro de pureza que llevas dentro. Todavía puedes dar mucho más. Sigue adelante. No te desanimes. Dios te ama y te sonríe. Sonríe tú también, porque Dios te ama, a pesar de todo y te regala el don de la vida.

¡Levántate y anda!

EL AUTOR

Sacerdote Legionario de Cristo dedicado a la formación y orientación de la juventud saltillense, maestro en el Instituto Alpes-Cumbres en Saltillo.

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Juan Antonio Ruiz

Sacerdote Legionario de Cristo dedicado a la formación y orientación de la juventud saltillense, maestro en el Instituto Alpes-Cumbres en Saltillo.