Jóvenes nacidos después de 1995 están experimentando más problemas mentales. Los investigadores apuntan a la falta de sueño y el aumento de las redes sociales.
Los problemas de salud mental han aumentado significativamente en la última década. El incremento de las tecnologías digitales podría ser una de las causas, de acuerdo a la encuesta nacional realizada por la Asociación Americana de Psicología.
El estudio encontró un incremento en el número de jóvenes y adolescentes que aseguran haber experimentado síntomas psicológicos negativos, especialmente aquellos nacidos en 1995 o después, conocidos como iGen. Casualmente, el mayor pico de los síntomas ocurrió en 2011, al mismo tiempo que las redes sociales entraron a escena. Mientras que en los adultos no se vio un incremento significativo.
“Encontramos un incremento substancial en depresión, pensamientos suicidas, estrés psicológico y más intentos de suicidio después del 2010 a comparación de mediados de los 2000. Este incremento es, por mucho, más alto en los adolescentes y los jóvenes”, aseguró Jean Twenge, autora del libro “iGen” y profesora de psicología en la San Diego State University. “Estas tendencias son débiles o no existentes entre los adultos de 26 años o más. Esto sugiere un cambio generacional en desórdenes mentales en vez de un incremento general en todas las edades”.
Twenge y su equipo analizaron información de la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud. Éste es un censo representativo que busca recopilar datos sobre el uso de drogas y alcohol, la salud mental y otros problemas de salud en los Estados Unidos en individuos de 12 años o más desde 1971. La encuesta obtuvo respuestas de 200 mil adolescentes entre 12 y 14 años desde 2005 a 2017 y de casi 400 mil adultos de más de 18 años desde 2008 al 2017.
El cuestionario no preguntaba a los encuestados si habían sido diagnosticados con depresión o cualquier otra condición mental, en su lugar preguntaba si habían experimentado síntomas de depresión en el último año. La cantidad de individuos experimentaron síntomas consistentes de depresión en los últimos 12 meses se incrementó un 52% en adolescentes del 2005 al 2017 y 63% en jóvenes de 18 a 25 años de 2009 a 2017. Y el porcentaje de jóvenes adultos con pensamientos suicidas aumentó un 47% de 2008 a 2017.
Los medios digitales podrían ser la causa
Una causa de este incremento podría ser el uso de los medios digitales. Esto ha tenido un gran impacto en jóvenes y adolescentes más que en adultos que tienden a tener vidas sociales más estables.
“Las tendencias culturales de los últimos 10 años pueden tener más efecto en los problemas emocionales y los pensamientos suicidas entre generaciones jóvenes comparadas con generaciones mayores”.
Estos resultados, que no parecen estar relacionados con la genética o la economía, sugieren que es necesario hacer más estudios para entender cómo la comunicación digital y la interacción social cara a cara influencian los pensamientos suicidas y los problemas emocionales”, agregó la autora.
Estudios recientes parecen haber mostrado que el uso de las redes sociales está relacionado con el incremento de síntomas de ansiedad, aislamiento social y sentimientos de soledad.
Aaron Fobian, psicólogo clínico y asistente de profesor en el departamento de psiquiatría de la Universidad de Alabama, señaló que no se debe asociar el uso de las redes sociales y las condiciones de salud mental como una relación de causa y efecto.
“No podemos decir que el incremento que estamos viendo es un resultado directo del uso de redes sociales”, dijo Fobian a NBC News. “Por ejemplo, los adolescentes podrían tener síntomas de depresión o ansiedad y, por ello, pasan más tiempo en redes sociales como una manera de buscar contacto”.
¿La generación que menos duerme?
La encuesta encontró que los jóvenes no están durmiendo tanto como las generaciones previas. Esto que podría jugar un papel importante en el aumento de los problemas mentales. La falta de sueño afecta el estado de ánimo y está asociado con ansiedad y depresión, de acuerdo a estudios.
“Los adolescentes definitivamente usan las redes sociales de una manera que afecta su sueño”, dijo Fobian. “Están expuestos a la luz justo antes de dormir y eso les retrasa el sueño por 30 minutos. También afecta sus interacciones sociales con lo otros”.
Twenge y Fobian piden a los padres poner un límite en cuanto al uso de redes sociales. Además, deben impulsar a sus hijos a que realicen actividades sociales.
“Es importante pensar más detenidamente sobre cómo usamos nuestro tiempo de descanso. Esto significa dormir más, pasar menos tiempo en los medios digitales”, dijo Twenge.
Twenge también pide a los padres poner una regla de “no teléfonos en el dormitorio”. Esto se lograría colocando espacios para cargar los celulares fuera de los cuartos. Y que los padres deberían poner el ejemplo no sólo participando en la regla, sino también dejando de usar los celulares una hora antes de dormir”, dijo Fobian.
“La falta de sueño y el tiempo en pantalla afecta la salud mental de una persona. Eso es algo real”, dijo Robian. “Y no sólo es el tiempo frente a la pantalla, sino lo que la pantalla ha reemplazado. Eso importa porque pasar más tiempo cara a cara es un factor que ayuda a combatir la depresión”.
“A veces asumimos que comunicarse electrónicamente es bueno, pero no es así”, concluyó Fobian.
Los resultados de este estudio fueron publicados en el Journal of Abnormal Psychology.
