La vida es un suspiro

“Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más (…) Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero y que jamás te olvidaré.” -Gabriel García Márquez-

Jessica Padgett, de 25 años, tenía la ilusión de casarse con Kendall Murphy, su novio, un bombero estadounidense, que perdió la vida pocos días antes de su boda. Me conmoví mucho al recordar que cada día es un milagro, pues ningún día es garantía, ni de nosotros ni de los que amamos.

Cierto es que Dios tiene un plan para cada alma, y en ocasiones nos toca atravesar circunstancias en las que el desprendernos de un ser querido son obligadas y no opcionales, pero qué difícil desapegar la culpa de un tiempo perdido, mal usado o mal invertido.

Hay quien hoy en día piensa que tener la razón vale más aunque esto implique perder a un ser querido.

Hay quien deja de llamar porque no hicieron las cosas como debieron de haber sido, perdiendo todo tipo de contacto, por una suposición o un deseo del ego.

Hay personas que duermen juntas a miles de kilómetros y otras duermen separadas en la misma cama.

Hay quien decide pasar años ganando mentalmente la batalla, pero perdiendo un pedazo de su corazón.

Y es que vale la pena, ¿Tomar distancia de alguien que amamos por pensar, ser, o hacer las cosas diferente?

¿Vale la pena vivir en soledad con tal de no pedir perdón o agachar la cabeza con humildad?

¿Vale la pena atesorar una daga de alguien que nos lastimó y desterrarlo de nuestra vida para siempre?

¿Vale la pena gritar, mirar con ese desprecio, enojarse, por una banalidad de la vida diaria?

Somos humanos, únicos, diferentes, cada quién inmerso en su propia locura. Cada uno mira desde dónde habita su nivel de conciencia y su propia experiencia abarca.

Como dirían en la cultura oriental, “Cosa extraña el hombre: nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere.”

Pero que duro es, aprender tarde la lección, que la vida es un suspiro.

El ayer no regresa.

El café se enfría.

Los hijos crecen.

La piel se arruga.

El corazón se endurece si permitimos recargarlo de rencor, enojos insensatos, falta de humildad y falta de perdón. Y es así cómo el alma se carga de recuerdos, amorosos y dolorosos, con una maleta de heridas. Recuerda que tú tienes el poder de elegir qué cargar en tu maleta. Si deseas cargarla de lo bonito o con una maleta pesada de enojo, de resentimiento, del “me hicieron”.

Como diría Facundo Cabral “Llegamos al cementerio. Aquí termina el viaje de los pocos que se sintieron ricos y de los muchos que se creyeron pobres. Aquí nos damos cuenta que no valía la pena habernos complicado tanto si sólo estábamos de paso. Era tan simple mi Señor, sólo se trataba de vivir, así de fácil.

Es decir que fuera de esto lo demás eran pretextos, esfuerzos inútiles. Aquí termina el viaje; a descansar, a devolver la nariz, la canción, las manos, al Señor que me prestó la vida, la vida que nunca entendí, pero que de cualquier manera valía la pena. Valía la pena escapar del pueblo, perderme en el mundo, reencontrarme, volver y volverme a perder. Valía la pena comprobar que los problemas no son necesarios, que se podía vivir sin ellos. Valía la pena. La vida es hermosa pese a tanta guerra, si puedes no te la pierdas”.

Ojalá aprendamos a vivir identificando nuestra propia sabiduría sobre cómo queremos vivir, comprendiendo que la vida está en lo simple, y que sólo se trata de vivir.

Y que Dios es así de simple, se deja ver por todos lados.

La autora

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.