La libertad y otros paradigmas

Hemos creado infinidad de acepciones mentales, entre ellas el valor hacia el dinero, así como tantas otras que han sido las culpables de vivir jerarquizados

 

¿Qué es la libertad? Es aquella facultad que tiene el hombre de hacer y decir en tanto no se oponga a las leyes y a las buenas costumbres. Ahora bien, ¿cómo va a ser libertad el hecho de obedecer reglas preestablecidas por el hombre mismo? ¿Es libertad vivir bajo una sociedad basada en clasificaciones y ordenamientos? ¿No será la mítica libertad otra forma ingeniosa de control social? Póngase cómodo, querido lector, que pretendo robarme su atención por un buen rato.

En un principio mencioné el significado de la libertad, creado y seguido por el hombre. Incluso la dichosa libertad tiene su clasificación gramatical y es encasillada en un significado donde se lee que “somos libres en tanto no se oponga a leyes y a las buenas costumbres”. Esa definición no concuerda con lo que el mito nos ha hecho creer, pues asociamos libertad con independencia; pero usted, yo y el resto del mundo somos seres trágicamente “limitados”. Incluso el alma a la que tanto se le hace fama de libertad, se encuentra eternamente encerrada, vida tras vida, dentro de un contenedor llamado cuerpo.

Vivimos la mayor parte de nuestra vida en un estado de limitación e inconsciencia; hasta que, en algún punto, algo deja de cuadrar. Y nos da miedo pensar distinto a todo lo socialmente establecido. Tal como dijo Alejandro Jodorowsky: “Los pájaros nacidos en jaulas creen que volar es una enfermedad”. Por lo tanto, volvemos a ser parte de todos los controles en los que estamos inmersos y que fomentan una “vida en sociedad”.

Hemos creado infinidad de acepciones mentales, entre ellas el valor hacia el dinero, así como tantas otras que han sido las culpables de vivir jerarquizados en las llamadas “clases sociales”. ¿Qué tan miserable es el pensamiento humano para atribuir más valor a un trozo de papel que a un ser vivo? Me parece que éste pensamiento es más pobre que aquella persona que carece de tan controversial recurso.

Creemos ser libres de pensamiento, pero todos nuestros pensamientos son ya establecidos. Y aquellos seres que los establecieron no fueron “libres” de hacerlo, no es posible asegurar tal cosa. Como afirma Blanca Myrna Garza Aburto: “Venimos del misterio y vamos al misterio. La vida no es más que el tránsito entre el misterio y el misterio”.

El hombre es el límite del hombre, siempre lo ha sido y siempre lo será. Sin embargo, el mito de la libertad fue establecido para acercarnos lo más posible al concepto que creamos llamado “felicidad”, dentro del cual uno no tiene angustia alguna y se aleja de caer en el estado más propio de la mente humana: la locura.

María Treviño

Joven apasionada por las letras, heredo de su madre y abuela los deseos de contar historias, con apenas 19 años de edad, María Treviño ya sabe lo que quiere en la vida, escribir es la máxima expresión de su existencia.