LA BONITA PRIMAVERA

LA BONITA PRIMAVERA

“En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente”. Khalil Gibran

Los días van pasando, el calendario avanzando y las estaciones van llegando puntuales. Qué bonito es poder apreciar el curso natural de la vida y la belleza que nos ofrece el paisaje, siempre distinto, dependiendo de la época del año. Después de un largo y no tan crudo invierno podemos gritar a los cuatro vientos: “La primavera está aquí”, es momento de florecer.

Un verde brillante se asoma y sin pedir permiso se apodera de nuevo del jardín, las flores emanan su delicioso y perfumado aroma, el viento templado revuelve nuestra cabellera y hacia donde miremos, colores cálidos vemos.

A partir del veintiuno de marzo los rayos del sol nos acompañan por más horas en nuestro andar y vemos hermosura, de muchas formas, en varios lugares.

Esta época del año, además de ser una de las más bonitas y esperadas, gracias a sus encantos visuales, está llena de grandes reflexiones.

La primavera nos recuerda los ciclos de la vida, el nacimiento, crecimiento y la renovación constante y que aunque nosotros como seres humanos lo olvidamos, las plantas y los animales no; ellos, a pesar de las dificultades que enfrentan en los días fríos, vuelven con tremenda energía, mayor fuerza y con la majestuosidad que los caracteriza. Así que nosotros podemos tomarlos de ejemplo y dejar atrás aquello que nos lastimó, los momentos de fragilidad, lo que nos impidió avanzar y con gran impulso, volver llenos de fé y esperanza, renovarnos para continuar el camino.

Aprovechemos este nuevo ciclo para observar y encontrar un panorama más claro de lo que anhelamos, para tener un corazón más grande, una mente más amplia y un cuerpo más sano, para florecer como personas y recuperar lo que perdimos en la tormenta, descubrirnos nuevos talentos, explorar ámbitos diferentes, retomar ideas pendientes y hacer lo que nos toca con pasión y alegría.

Despidamos a las enfermedades, olvidemos el encierro, quitémonos los abrigos pesados, dejemos atrás los pastelitos y galletas tan llenas de calorías y abramos nuevamente las ventanas de nuestro hogar y de nuestro ser para respirar otro aire, más fresco, más puro; disfrutemos comer frutas y verduras de la temporada, y si hay que cambiar ciertos hábitos adoptados, hagámoslo, para seguir caminando ligeros, sin tanta carga y más felices. Aprovechemos el buen ambiente que se respira y salgamos al parque a caminar, a conectarnos con la naturaleza, a darle la bienvenida a todo lo nuevo que llega y que se quedará con nosotros por unos meses. Hagamos más amistades y con ellas, llenemos los espacios libres de actividades que nos hagan crecer y divertirnos.

Que sea la primavera una inspiración para crear nuestra propia obra de arte y realizar lo que tanto soñamos, agradeciendo a diario la oportunidad de sentirla nuevamente como cada año.

LA AUTORA

Mujer apasionada por encontrar un propósito en la vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Enamorada de las letras y del sentimiento que provoca el transmitir ideas, expresiones y conocimientos.

Mariana Cabello

Mujer apasionada por encontrar un propósito en la vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Enamorada de las letras y del sentimiento que provoca el transmitir ideas, expresiones y conocimientos.