Karen Langley, la mujer que viste a Beyoncé

La británica es una de las estilistas de la cantante, y la directora creativa de su exitosa firma de ropa deportiva, Ivy Park

Este está siendo un año intenso para Beyoncé. En febrero actuó en el Super Bowly lanzó por sorpresa su nuevo álbum, Lemonade. El videoclip de su primer sencillo, Formation, impactó no solo por su mensaje político a favor del movimiento Black Lives Matter, sino también por su sofisticada propuesta estética. En marzo presentó una nueva marca de ropa deportiva, Ivy Park, cuya primera colección se agotó en semanas. Y en abril se embarcó en la gira mundialFormation World Tour, que finalizará el 7 de octubre y que la llevó a Barcelona en agosto.

Detrás de gran parte de lo anterior está la visión de la estilista inglesa Karen Langley, exdirectora de moda de la revista Dazed & Confused y un miembro clave en el entorno de la estrella desde que se conocieron hace cinco años en una sesión de fotos para la publicación; en ella, Langley logró que diseñadores como Tom FordMarc Jacobs y Riccardo Tisci crearan prendas a medida para la cantante. A Beyoncé la visten y asesoran distintas estilistas pero, según ha declarado la propia Langley, la artista y empresaria confía en ella para descubrir nuevas marcas o cuando quiere salir de su zona de confort. La inglesa es la responsable de los looks de Knowles en los vídeoclips de FlawlessGhost y Mine, de su vestuario sobre el escenario de los Grammy en 2014 o de su portada para la revista Beat de octubre de 2015, cuyo estilismo parecía anticipar la primera colección de Ivy Park.

Es precisamente su labor como directora creativa de la firma que Beyoncé ha lanzado junto al empresario sir Philip Green, dueño de Topshop, la que está demostrando tener mayor poder de influencia. Con un logo reconocible, precios moderados y una estética atractiva, mucho más cercana a las tendencias más callejeras de las pasarelas que a la clásica ropa para hacer deporte, los bodys,leggings o sudaderas que lucía Beyoncé en la primera campaña (con estilismo de Langley) han sido replicados hasta la saciedad, dentro y fuera de los gimnasios. Previsiblemente, la colección de otoño 2016, que acaba de salir a la venta, también volará de las tiendas.

De perfil discreto y sin presencia en redes sociales, Langley, de 36 años, es una profesional muy respetada en la industria de la moda gracias a su mirada moderna y elegante, y a su manera de entender e interpretar las tendencias. Formada, como casi todos los grandes, en Central St. Martins, comenzó a los 19 años echando una mano en un desfile de Robert Cary-Williams en la London Fashion Week. La estilista era Katie Grand, que en aquel momento trabajaba en Dazed & Confused, y acabó ofreciéndole unas prácticas en la revista, desde donde escaló hasta convertirse en directora de moda. Hoy, vive entre Londres, Nueva York y Berlín, y sigue colaborando como freelance con revistas como Another Magazine,Vogue o Garage, y trabajando con marcas como Burberry, Hermès o Stella McCartney en campañas de publicidad, desfiles o como consultora. Además, es miembro de NewGen, un comité del British Fashion Council que apoya a los diseñadores jóvenes británicos.

Hace unos años, en una visita a una escuela de moda, Langley respondió así a un estudiante que le pidió un consejo para triunfar en su profesión: “Haz todas las prácticas que puedas. Y si eso significa que no puedes dormir, no duermas”. A ella, cada hora de sueño perdido parece haberle merecido la pena.

 

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