HÁBITOS

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Estamos a unos días de finalizar el primer mes de este año que iniciamos con muy buenos propósitos, si en verdad queremos llegar a la meta, lo primero será hacernos conscientes de nuestros hábitos.

Las acciones diarias, nuestra conducta, es el reflejo de nuestra identidad. Somos lo que hacemos, desde que nos levantamos hasta que llega la hora de dormir. Cada hecho que ejecutamos es un punto a favor del tipo de personas en que deseamos convertirnos.

Hay hábitos que realizamos de forma automática, que son parte nuestra y ni siquiera nos detenemos a pensar en ellos; apagar la alarma al despertar, pesarnos, ir al baño, meternos a la regadera, etc; otros que nos quitarán tiempo cómo revisar el celular para ver cuántas notificaciones tenemos y leerlas, aunque se nos haga tarde y muchos que nos causan daño, como tomar un cafecito caliente aun teniendo gastritis e insistimos en beberlo.

Si nos proponemos este 2020 leer más, comer mejor, hacer ejercicio, podemos ser más específicos para llevarlos a cabo. Entre más claros los hábitos, más fácil será realizarlos. Si gastas mucho, siempre estarás preocupada por conseguir dinero pues no sabrás cómo ahorrar. Cuando quieras comprar algo caro, espera y piénsalo durante 24 horas antes de hacer el gasto.

Para un cambio verdadero, podemos contar con un plan específico y en seguida de un buen hábito, incorporar otro, por ejemplo, si quiero caminar más, buscaré el lugar más lejano para estacionarme; cuando llegue a una reunión, me presentaré con alguien que no conozca y así vamos encadenando una serie de hábitos con los que ya teníamos.

Después de un HÁBITO ACTUAL, yo haré UN NUEVO HÁBITO. Es sencillo si estableces el tiempo y el lugar.

Dónde y cuándo insertes un nuevo hábito en tu rutina diaria, puede marcar una gran diferencia. No puedes intentar meditar en las mañanas, cuando tienes prisa y tus hijos corren de un lado a otro. No te pidas realizar un hábito cuando estás ocupado haciendo otra cosa al mismo tiempo.

Las metas no indican cuándo o dónde actuar. Los hábitos, al hacerlos conscientes si; si quiero beber más agua, coloco mi botellín en un lugar visible. Si quiero comer más fruta, la pongo donde la vea y no al fondo del refrigerador. Si ya no quiero mi café matutino, quito la cafetera de la cocina.

Hoy, querido lector, te invito a darte cuenta de lo qué haces a diario, escríbelo, anótalo en donde lo veas, tú eres el único que de muchas formas generas el cambio que deseas. No te esperes al próximo lunes o a la siguiente semana. Hoy es el día y si cada amanecer incorporas algo nuevo a tu rutina y lo conviertes en hábito benéfico, en un año lograrás más de lo que te imaginas.

Y como dice James Clear en su libro “Hábitos Atómicos”, sé el diseñador de tu mundo.

Mariana Cabello

Mujer apasionada por encontrar un propósito en la vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Enamorada de las letras y del sentimiento que provoca el transmitir ideas, expresiones y conocimientos.