FAKE GUYS

Te puede interesar: El patio de mi casa.

Ya sea que lo publique en redes sociales un militar retirado, un congresista de Torreón o un ciudadano común, nos damos vuelo compartiendo y discutiendo todo aquello que se acomode a nuestro perfil o pensamiento, a nuestra ideología o a nuestras fobias.

¿Lo has notado? Bien puede salir un abuelito con su disfraz del ejercito antes de irse a pedir sus dulces de chayote en Halloween, grabar algunas sandeces, y luego subirlo a la nube… y después ahí vamos todos a darle like y a sentenciar a quienes ataca solo porque alguien pone una cara para gritar el sentir de muchos. Pero, como siempre lo digo, tiene que haber un, pero para que exista una historia: ponen una cara, pero no ponen un nombre.

¿A nombre de quién hablan? Si estas enfundado en traje de militar, ¿estás hablando a nombre de las Fuerzas Armadas o es solo que estas chiflado? Si eres un diputado local de oposición, ¿hablas como representante del pueblo o como afiliado de un partido político? Si eres un empresario, ¿despotricas en contra de las medidas económicas o solo a favor de tu empresa?

Viendo a esa gente me acuerdo de una película (va el spoiler) donde Catherine Zeta Jones contrata a un actor para fingir una boda y luego quedarse con la fortuna de George Clooney, y luego… ahhh no, regresemos al tema, pero te recomiendo la cinta si tienes necesidad de reír ante tanta tragedia. Así me parece que nos tienen como marionetas poniendo gente a ladrar como actores cuando los titiriteros tienen todos los colmillos para morder a quien quieran.

De verdad, ¿No podrá un partido de oposición, un diputado local o una bancada presionar para que hacienda investigue las fortunas mal habidas de la hermana, la mamá y los amigos del villano favorito? Si a cualquier mortal que no justifique el depósito bancario por la venta de un reloj de Mickey Mouse se la andan haciendo de tos, imagina lo que puede hacer la autoridad para que las doñas y los dones justifiquen casas y negocios, terrenos o viajes; procedimiento de discrepancia fiscal se le llama, y es la forma más sencilla de ajusticiar a quienes “nada les han comprobado”. Pero no, perro no come perro, algo así dice el refrán.

Nos hemos ido con la finta de las llamadas fake news, y no hemos reparado en que las noticias falsas son creadas por personas de carne y hueso, que piensan y sienten, que tienen sus virtudes y defectos, que lo mismo comen tacos y gorditas con refresco de naranja o quesos con vinos tintos, y que luego van al baño. Fake Guys, eso creo que nos tiene en la lona, porque seguimos siendo un pueblo donde los que gritan no tienen voz, y donde quienes tienen voz, no gritan. Todo el activismo se limita a crear y compartir memes o videos, anónimos.

cesarelizondov@gmail.com