MAMÁ: TE VEO Y TE HONRO, DE TI TOMO TODO CON AMOR

MAMÁ: TE VEO Y TE HONRO, DE TI TOMO TODO CON AMOR

Gracias Mamá

Khalil Gibran dijo una vez, “Enséñame el rostro de tu madre, y te diré quién eres.” Y es que es una realidad que cuando logramos establecer una sana relación con la madre, todas las demás relaciones comienzan a fluir. Quien no está en paz con su madre, no está en paz consigo mismo.

No hay mama perfecta, hay mama entregada con todos sus recursos y hoy mas que nunca, ya que soy madre, he comenzado a comprender y a mirar tantas y tantas renuncias, tanto amor hecho obras y tanta entrega incondicional de mi madre hacia mi y mis hermanos.

Y es que todo eso es parte de nuestro compuesto, por eso agradezco cada obra de amor de mi madre, pues hoy forma parte de la persona que soy.

Por eso quisiera que este festejo de las madres, lo trascendamos y vivamos en un reconocimiento consciente y agradecimiento profundo. Detente y explora tu relación con tu madre. ¿Cómo fue tu infancia? ¿Qué actos de amor recuerdas? ¿De qué necesidades ella se ocupaba para nutrir tu alma y cubrir tus necesidades de pequeño? ¿Podrías recordar cosas maravillosas, renuncias, sacrificios, entrega, desvelos? ¿Cómo la recuerdas? Recordar el lugar de la madre en nuestra vida nos permite conectarnos con alegrías y tristezas, pero hay que recordar que ellas tienen también tienen sus propias heridas y carencias de infancia, limitaciones y dificultades para amarnos, y han buscado sostenernos como hijos, buscando sostenerse ellas mismas.

Mientras tu estés con vida, tienes la bendición de honrarle desde tu corazón, conectarte para agradecerle, pedirle perdón, perdonarla y valorar todo lo que ha hecho por ti. Tomar lo que de ella viene como un legado maravilloso, con heridas y dones maravillosos.

Al realizar esto, encontrarás la verdadera plenitud y te acomodarás en tu espacio correcto.

Cuando no tomamos y rechazamos lo que ella nos dio, estamos negando nuestros orígenes y eso es negarnos a nosotros mismos. Cuando “no tomamos” a nuestra madre, no podemos amarnos a nosotros mismos. No juzgues a tu madre, no te imaginas el camino que ella ha recorrido. Ahora que soy madre, entiendo que lo damos todo por nuestros hijos. Buscamos darles todo lo que tenemos emocional y físico.

Buscamos llenar a nuestros hijos de recursos que puedan servirles para desarrollarse en su vida. Lo hacemos lo mejor que podemos y con toda la buena intención. Por eso es importante dejar atrás los errores humanos, las culpas, los juicios y reconocerlos para sanarlos.

Bert Hellinger, nos sugiere un ejercicio muy potente para “Tomar a los padres”. Consiste en recitar una oración frente a la foto de nuestra madre… Prueba a leerla en voz alta. Conecta con las palabras. Deja que resuenen en ti:

Querida mamá:

Te tomo a ti, toda entera, con lo bueno y con lo malo, Lo tomo al precio entero que a ti te costó, y que a mí me cuesta. La aprovecharé, para alegría tuya (y en tu memoria). No habrá sido en vano. Lo sujeto firmemente y le doy la honra, Y si puedo, la pasaré, como lo hiciste tú. Te tomo como mi madre, y te pido me tomes como tu hijo/ hija. Tú eres mi verdadera mamá, y yo soy tu verdadero hijo/ hija. Tú eres la grande, y yo soy el pequeño/ la pequeña. Tú das, yo tomo. Me alegro de que hayas elegido a papá para tenerme. Ustedes dos son únicos para mí.

Amar a nuestra madre, honrarla y aceptarla como es, nos conduce a la paz y a la reconciliación.

Hoy es un día para darle amor a ella, reconocerle, honrarle y agradecerle, y esto debemos buscar hacerlo todos los días. Busquemos que este día de las madres nos transforme, que desde hoy cambie totalmente nuestra perspectiva hacia ella y vibremos en el amor. Si estamos en paz con ella, estaremos en paz con nosotros y cada día la amaremos más. Si hay aspectos que tenemos que soltar, hagámoslo para agradecer, honrar y valorar los dones tan maravillosos que ella decidió darnos.

Si hoy tienes a tu madre con vida, acompáñala, abrázala, bésala, visítala, hazla sentir querida. Es una bendición tenerla, piensa en cuántas personas darían un minuto por abrazarla. Y si no puedes tenerla cerca físicamente, abrázala de alma a alma, en lo profundo de tu corazón y hónrala. Ella desde donde está, sentirá ese abrazo y ese agradecimiento. Recuerda que una parte de ella, está dentro de ti. Gracias Mamá, Paty Gómez, por tanto amor, por vivir por y para nosotros. Dios me conceda un día llegar a tener un gramo de tu capacidad de amar. Mamá mejor que tú, imposible. Gracias, gracias, gracias por tanto amor, te adoramos, hasta el cielo y la vida.

LA AUTORA

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.

TE PODRÍA INTERESAR: LA EMOCIÓN DE SER MAMÁ

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.