Errores que se cometen a los 30 cuando te maquillas

La falta de tiempo y los cambios que experimenta la piel a esa edad influyen mucho en el tipo de fallos. He aquí la solución a todos ellos

Sí, hay errores de maquillaje que son bastante comunes según la edad. He aquí dos ejemplos: ¿Quién no ha abusado de los polvos matificantes en plena adolescencia y revolución hormonal? ¿Y quién no le ha dicho alguna vez a su madre que usar una base de maquillaje más oscura no ayuda a disimular arrugas? Aunque puede que haya unos cuantos fallos que sean universales y no entiendan de edad, hay algunos que son peculiaridades del momento. Por eso, y dado que a los 30 el cuerpo y la piel de una mujer empiezan a cambiar, vamos a centrarnos solo en los errores de ese momento y en la solución que tiene cada uno de ellos. Lo hacemos con la ayuda de dos maquilladoras, Teresa Martín, creadora de la asesoría de belleza Beauty Inside.

Usar una base de maquillaje muy mate

Puede que a los 20 necesitases una base mate para sobrevivir a los brillos . Pero es momento de asumir que con la edad “vamos perdiendo brillo en la piel, salvo que se tenga grasa”, puntualiza Amaia Ruiz, que insiste en que al perder brillo y usar una base matificante, “el resultado será echarnos años encima”. A lo que Teresa Martín añade dos consecuencias más: piel reseca y aspecto poco natural. Por eso la solución es usar una base cremosa.

No dedicar tiempo a las pestañas

Suele ser habitual no dedicar tiempo suficiente a esta zona del rostro. Por eso la maquilladora aconseja utilizar rizador, dar un par de pasadas de máscara aplicándola en zig zag y terminar peinando las pestañas con un cepillo de pestañas para que queden separadas y sin grumos.

Utilizar sombras de ojos con brillo

Es habitual seguir viviendo el frenesí de los 20 y usar sombras de ojos con brillo o nacaradas. Pero, tal y como aconseja Amaia Ruiz, “cuando pasamos los 30 queda más bonito el sombreado con sombras de ojos mate”.

Aplicar polvos bronceadores en exceso

Las treintañeras adoramos los polvos Terracota de Guerlain, pero tenemos que reconocerlo: a veces nos excedemos con el uso de los polvos bronceadores. Y hacerlo así hace que parezcamos más mayores.

Ponerse demasiada base de maquillaje

Es otro error derivado de ese afán por cubrir imperfecciones (tan propio de los 20). “Es mejor utilizar menos producto y bien extendido y uniforme”, recomienda Martín.

No sombrear las cejas

No estamos hablando de maquillarse las cejas o de hacer contouring. Tan solo se trata de definir la forma de tus cejas y rellenar posibles huecos con un toque de lápiz o sombra.

Usar demasiado corrector para disimular ojeras

Por lo general a los 30 se vive mucho, muy deprisa y se duerme poco y mal. ¿Resultado? Ojeras delatoras que intentamos ocultar con corrector, en ocasiones, mal usado porque se aplica en exceso o en un tono inadecuado ¿Solución? Emplear un corrector del tono de nuestra piel y de textura cremosa.

Comprar una base oscura para parecer ‘más bronceada’

Aunque a todas nos gusta vernos morenas, sobre todo a esta edad, solemos cometer el error de usar una base oscura para nuestro tono de piel. Un error que termina en un tono de piel anaranjado y poco o nada favorecedor. Por eso siempre hay que escoger una base de nuestro mismo tono de piel y, a la hora de comprarla, no cometer el error de probarla en la mano o en el brazo. “Nunca será igual el color de la piel de los brazos que del rostro. Cuando vas a comprar una base es preferible ir sin maquillar para probarla correctamente.

No invertir en buenas brochas de maquillaje

Aunque los maquilladores repiten por activa y por pasiva que cualquier maquillaje queda mucho mejor cuando se usan brochas para aplicar los productos, la realidad es no solemos ser conscientes de lo importante que resulta invertir en buenas brochas. Pero no se trata de hacer una gran inversión, sino de hacerlo bien: Siempre es mejor tener 3 pinceles y 2 brochas de pelo natural.

No maquillarse los labios a diario

A los 30, aunque te maquilles rostro y ojos, se suelen obviar los labios. Sin embargo, es importante maquillarlos porque el efecto buena cara está asegurado. Y no tiene por qué ser en tonos oscuros. Los tonos rosados o melocotón favorecen mucho.

No limpiar correctamente las brochas de maquillaje

La falta de tiempo suele ser la excusa, pero realmente el paso a paso para limpiarlas es bastante sencillo: basta con lavarlas con un jabón pH neutro y dejarlas secar en horizontal sobre una toalla.

Utilizar colorete en las mejillas

Tal y como explica Teresa Martín, no es en las mejillas donde hay que aplicarlo, sino en la parte más alta de los pómulos.

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