FOTOS CORTESÍA
La mayor satisfacción que les deja ser abuelos:
Es un verdadero privilegio que la vida nos da por haber vivido y concretado la maravillosa oportunidad de ser padres y de mantener la familia unida.
¿Cómo describen el amor de abuelo?
Es poder disfrutar ese cariño tan especial que solo viviéndolo puedes descifrar.
Es un amor sin límites que fortalece nuestro espíritu para cumplir con la sublime misión de ser abuelos.
¿Cómo les dicen los nietos?
Todos los nietos nos hablan de tú, son irreverentes pero respetuosos. A mí me dicen Chacha y a su abuelo Quique.
¿Una anécdota con los nietos?
Hay muchas anécdotas que contar de los nueve nietos; pero para no abusar del espacio podemos decirles que nuestra vida con ellos y la convivencia es un anecdotario interminable, pero todos con la magia del ingenio e inocencia de los pequeños, que nos hacen vibrar de emoción.
¿Cómo han sobrellevado la pandemia en cuanto su relación con los nietos?
Ha sido muy difícil y triste, ya que están en una edad en la que el contacto directo es muy necesario, la cercanía, el abrazo, la caricia, y es difícil explicar por qué la imposibilidad de hacerlo. Mantenemos la sana distancia para la mutua protección.
Esperemos en Dios que pronto pase esta pesadilla y a todos nos haga más responsables para lograrlo lo más pronto posible.
El mayor aprendizaje que les ha brindado ser abuelos:
Siempre hay algo nuevo que aprender y con los nietos descubres cotidianamente cómo con paciencia y tolerancia se toman mejores decisiones.
Un consejo que les quieran dar a sus nietos:
Al ver el mundo que vivimos, carente de valores y con grandes desigualdades, nuestro consejo es que no se apeguen tanto a lo material, que aprendan a ser felices con lo que tienen; no es más rico el que tiene más, sino el que necesita menos. El trabajo es la vía para el éxito, procuramos que aprecien los valores del ser humano (honestidad, la gratitud, etc.) y nunca perder la fe en Dios.
“Abuelos Quique y Chacha, en este Día del Abuelo les queremos dar las gracias por todo el amor que nos dan, por invitarnos a jugar a su casa y a convivir todos en familia. Gracias por todos sus apapachos, besos y abrazos.
Gracias por dedicarnos tiempo, platicar con nosotros y cuidarnos cuando nuestros papás tienen algún compromiso. Los queremos con todo el corazón, le damos gracias a Dios por tenerlos con nosotros y le pedimos nos los cuide y conserve por muchos, muchos años más”, sus nietos que los aman: Elena, Enrique, Sara, Lilia María, Lizzy, Andrés, José Enrique, Eduardo y María.
