EL PAN FRESCO Y CRUJIENTE SIEMPRE

Los consejos correctos para conservar el pan

El Universal

Nos encanta el pan y especialmente, nuestro pan casero. Pero ya sea un buen pan hecho por nosotros o un buen pan que encontremos en una tahona o en un obrador, el pan es un alimento perecedero que se seca rápidamente.

Por eso, hoy os contamos cómo conservar el pan para que estéfresco y crujiente durante más tiempo. Dónde guardar el pan, qué hacer con el pan que nos sobra, saber si es mejor la nevera o la temperatura ambiente, cómo congelar pan y cómo descongelarlo son algunas de las claves para que nuestro pan no se reseque ni se enmohezca.

Indudablemente, parece que los panes de ahora, no duran frescos como los de antes. Los nuevos tipos de harina, la fermentación acelerada, los hornos eléctricos o en resumen, la peor calidad del pan hacen que este enmohezca o se ponga duro mucho antes. Por eso hoy os contamos qué podéis hacer para alargar la vida útil de nuestros panes.

 

METER EL PAN A LA NEVERA

No es una buena opción. Ni para las barras de pan, ni para las hogazas ni para los panes de molde. Cierto es que el frío puede alargar la vida del pan, pero cambiará mucho su textura, ya que tenderá a resecarse.

 

PARA CONSERVAR EL PAN QUE NO VAYAMOS A UTILIZAR

El congelador es mejor opción. Para congelar el pan, recomendamos cortar el pan en porciones cómodas o en rebanadas, meterlas en un recipiente adecuado que cierre herméticamente.

 

MUY IMPORTANTE ES TENER EN CUENTA LOS TIEMPOS DE LA DESCONGELACIÓN

La mejor forma de descongelar es sacar el pan del congelador y pasarlo a la nevera durante tres horas y después dejarlo a temperatura ambiente.

 

TANTO PARA EL PAN QUE TINE UNOS DÍAS COMO PARA EL PAN DESCONGELADO

Una breve pasada por el horno es una buena opción. Así podrá tomar temperatura sin perder mucha humedad.

¿CÓMO PUEDEN AYUDARNOS LA TOSTADORA O EL HORNO?

Un pan que ya tiene unos días, sigue estando muy rico pero ya no tiene la misma textura crujiente. Si mantiene la humedad, estará un poco más correoso. La solución es cortar una rebanada y tostarla durante un minuto. Será perfecto para acompañar aperitivos, preparar bruschettas o tostas, o para tomar en el desayuno.

Además, si nos sobra pan y no queremos congelarlo pero queremos tenerlo disponible, podemos cortarlo en rebanadas y tostarlas en el horno hasta que queden muy crujientes, ya que el pan tostado, -ya sin su humedad- es perfecto para durar unos cuantos días.