EL “ECO” QUE PRODUCIMOS

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“No es lo que llevas en los bolsillos lo que te hace ser valioso, sino lo que dejas en el corazón de los demás.”

Irvin Yalom, psicólogo y escritor, afirma que todos creamos círculos concéntricos de la manera en la que influimos en nuestro mundo, y aunque solemos desconocerlo, influimos inconscientemente dejando huella en los demás por muchos años.

Yalom afirmaba que todo efecto que tenemos sobre los demás se transmite, de la misma manera que los círculos concéntricos que se producen al arrojar una piedra en un estanque y se siguen expandiendo, aunque no sean visibles para nosotros. El concepto de estas ondas se refiere a dejar algo de la propia experiencia de vida, un gesto, un buen consejo, una guía, sabiéndolo o no.

Y es que ya existimos, estamos aquí por una razón, para algo. Hemos sido creados para existir, amar y compartir. Nos hemos detenido a reflexionar… ¿Qué damos? ¿qué compartimos? ¿qué transmitimos? ¿qué eco dejamos con nuestros gestos? ¿consejos, actitudes y obras?

Da siempre lo mejor de ti. Lo que plantes ahora, lo cosecharás más tarde.

Cada persona, lugar y ambiente recordará tu trato, cómo les hiciste sentir.

Para dejar un eco positivo en cada persona que tocamos, cada ambiente en el que convivimos y cada lugar hay que mirar las huellas que solemos dejar diariamente.

  • Cuida tus palabras. Recuerda que las únicas palabras que llegan al corazón son las que salen del corazón. Que no salga de ti odio, resentimiento, maldad. Cultiva un corazón bueno.
  • Cuida tu trato con todos. ¿Es tu trato igual con tu jefe que con quien trabaja para ti? Busca estar atento a las necesidades de los que quieres y de los que se cruzan en tu vida. Que quien se cruce contigo, se vaya siendo mejor y más feliz.
  • Sé coherente. Los disfraces y los maquillajes se caen, así que no disculpes quien vive bajo ese maquillaje, tú rígete por tu autenticidad, por tu congruencia con lo que piensas y eres, con lo que quieres y haces.
  • Conéctate contigo. Identifica tres cosas que te hacen sentir cómodo, que sacan lo mejor de ti y que te dan paz. Si tienes paz, darás paz a los que te rodean.
  • Comprende que eres instrumento de Dios. Ponte en sus manos todos los días y déjate usar por E En esta vida todos vamos de paso, en ocasiones nos toca acompañar o sentirnos acompañados. Pero en todo momento, siéntete importante porque tu existencia puede ser una luz, dar calor, acoger, hacer sentir querido e importante… y ahí está Dios, poniéndote en ese lugar, con esa persona, para un bien mayor.
  • Date permiso de romper paradigmas y escuchar tu corazón. Muchas veces lo que a alguien le pareciera incorrecto, es lo que llama tu corazón. Date permiso de hacer obras buenas sin pensar en el que dirán. Cada obra que hacemos emite un eco, que ese eco sea de amor y no de egoísmo.
  • Sal de ti mismo para ver más allá de la mirada del otro. Escucha, pregunta y acércate con quien ves en necesidad. La mayoría de las veces, lo que alguien necesita, es sentirse escuchado.

A nuestro mundo le faltan muchas cosas, pero no por eso es justificable que actuemos mal. Seamos nosotros ese cambio que demos el ejemplo de hacer las cosas bien.

En todo momento reflexiono, ¿qué deseo dejar y qué persona quiero que mis hijos recuerden? Quisiera dejarles un ejemplo de integridad, de amor, de generosidad…. ¿Qué tan cerca estoy de eso?

Si comprendiéramos que los pequeños actos de amor, son los que realmente hacen eco y se quedan, se recuerdan, se tatúan en el corazón y el alma… dejaríamos de perder el tiempo y de encerrarnos en preocupaciones, disgustos, malentendidos, que sólo nos roban la paz.

Hay una frase que dice… “En esta vida hay que dejar HUELLAS, no CICATRICES”. Todos tenemos heridas, defectos de carácter, cruces y dolores que nos componen y son parte de nuestra historia personal. Pero es importante hacernos protagonistas de nuestra vida y comprometernos en trabajar en lo bueno. Comprometernos en ser una luz que ilumine la vida de otros y crear un eco positivo que se esparza mucho más allá de lo que ven nuestros ojos.

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.