EL REGRESO DE LAS DIADEMAS

La propia diseñadora, quien cumple 70 años en mayo de este año, es la materialización del intelectualismo objetivo que ha constituido la propuesta única...

La tendencia clave de la temporada que pasó de básico de un clásico infantil a máxima pieza de poder

Resulta un tanto sorprendente que la mayor tendencia en accesorios de esta temporada enaltezca un clásico infantil por excelencia: las diademas.

Sin embargo, las nuevas versiones de lujo de este básico del jardín de juegos –como se vio en las colecciones de Anok Yai y Alexa Chung– están generando un poderoso impacto esta temporada, y también están señalando un cambio hacia una vestimenta que va de la cabeza hacia abajo (y no de los pies hacia arriba).

El emotivo regreso de la diadema al repertorio de estilo de las mujeres adultas se debe a la Sra. Prada, en lugar de a la nostalgia por los libros de cuentos. El desfile Primavera Verano 2019 de la casa fue contra la corriente de la temporada.

Donde otros diseñadores se orientaron hacia los trajes sin género de líneas definidas, a las referencias militares o al crochet tejido en casa, Prada celebró los vestidos babydoll y los cuellos profundos, completados con algo que raramente se ve sobre las pasarelas modernas de lujo: escotes.

Para completar, el uniforme de verano de la mujer Prada incluía una diadema. Y no cualquier diadema, sino una surrealmente grande hecha de prístino satén de seda.

La propia diseñadora, quien cumple 70 años en mayo de este año, es la materialización del intelectualismo objetivo que ha constituido la propuesta única de valor de Prada desde el lanzamiento de su línea de ready-to-wear en 1989.

 

Sutileza –para cualquier persona que se haya puesto una de las diademas oversize de la nueva temporada– puede no ser la primera palabra que les llegue a la mente (algunas son pesadas y tienen el potencial de generar dolores de cabeza), pero hay un mensaje subversivo por debajo de supuestamente dulce exterior.

Estas diademas poseen un atrevido aire de realeza –a mundos de distancia de sus contrapartes infantiles. Añaden centímetros extra de altura sin tacones, lo cual significa que luces más alta y combinan bien con trajes prácticos o con prendas tejidas para los días relajados.

“Ser una feminista en los años 70, puedes imaginarte lo inapropiado que era hablar acerca de la moda. Pero la amaba tanto que lo hacía”, dijo Miuccia Prada a Vogue en 2018.

“Intento ser tan política como me es posible a través de mi trabajo, pero no de una manera obvia porque creo que usar la moda para la política debe ser algo sutil”.

También ayudan a disimular los días que transcurren entre los lavados de pelo, prolongando unos días más los efectos de un indulgente secado con aire.

Las nuevas diademas recuerdan a la Cher de Alicia Silverstone en el clásico de 1995 Clueless (probablemente un ícono feminista menos evidente, pero uno que apareció después de Emma de Jane Austen), y a las emancipadas estrellas del cine de los años 60 Catherine Deneuve y Anna Karina.

 

Sobre todo, una diadema oversize es un recordatorio sin remordimientos de feminidad al nivel de la mirada en una era en la que puedes, desde luego, ser una feminista y hablar acerca de moda, como la Sra.

Prada nos recuerda amablemente.

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