Dermoscomética vs. Cosmética

Qué es, qué productos usar y cómo. Un experto aclara todas nuestras dudas.

En temas de belleza, hay palabras que escuchas con frecuencia y no terminas de descifrar su significado. O crees hacerlo, sólo para descubrir que estabas equivocada. Así sucede con la dermocosmética. Seguro has escuchado de sus infinitas maravillas y sus casos de éxito, y una sencilla pregunta sigue rondando en tu mente: 

¿Qué es? 

Dermocosmética vs. Cosmética

La mayoría de las mujeres somos fieles a los productos de cosmética, de ahí que gran parte de nuestras compras de belleza las realicemos en tiendas departamentales en vez de la farmacia.

La diferencia, comúnmente desconocida, entre ambos tipos de productos: “La dermocosmética utiliza productos que son un híbrido entre un medicamento y un cosmético, entonces están basadas además en los antecedentes publicados en la literatura médica.

Es decir, la cosmética es ilusión, la dermocosmética es ciencia.

¿Por qué? Porque los productos en cuanto a su selección de activos, concentraciones y excipientes están hechos pensando en preservar la piel de reacciones alérgica. Un dermoscosmético tiene los mismos estándares que un medicamento y están diseñados con la cabeza.”

 

 

¿Qué beneficios veré?

Si eres fiel a la cosmética, seguro lo has vivido: todo es prueba y error. Tal vez algunos productos cumplan con lo que prometen, tal vez no, y la única forma de descubrirlo es experimentando con tu piel.

En el caso de la dermocosmética, las reglas cambian, todos los resultados están científicamente comprobamos así que existen dos principales beneficios: “En primer lugar, la eficacia. En segundo, la seguridad”.

 

Y… ¿cómo sé lo que mi piel necesita?

Si no padeces ninguna afección, identificar tus necesidades es más sencillo de lo que creías: “son, en realidad, muy simples y dependen mucho de la edad que tengas. La piel necesita SIEMPRE hidratación, esa es la mayor necesidad de la piel. Y esa hidratación va unida a respetar la función barrera que tiene la piel. Es decir, no se deben poner cosas que dañen la barrera cutánea”.

 

Y las afecciones más comunes son….

Tal vez las vivas, tal vez seas del pequeño y afortunado porcentaje de la población que no lo haga, pero se ha confirmado que las afecciones más comunes son: “Caída de pelo (alopecia), acné, cicatrices, problemas de flacidez y celulitis, arrugas, manchas, rosácea y estrías”.

¿Cómo potenciar los resultados?

Aquí, existe sólo una regla: “Lo más importante es ser constante y seguir las indicaciones del médico. La constancia es una de las cosas más importantes para recibir resultados, no sólo con los tratamientos cosméticos sino con todo en la vida”.

 

 

¿Diario u ocasionalmente?

Otra duda muy habitual a la que nos enfrentamos es si incorporar estos productos a tu rutina o usarlos esporádicamente para tratar ciertos problemas conforme se presenten. Se ha aclarado: “Tienen que formar parte de la rutina diaria. Igual que te lavas los dientes todos los días después de cada comida, la piel necesita cuidarse por las mañanas y por las noches. Diariamente: limpieza, hidratación y tratamiento (si existe algún problema)”.

¿Es para todos?

Sí, sí y sí: “Todo el mundo tiene que cuidar su piel, hay que entender que sólo hay una y la tendrás para toda la vida, de manera que en cuanto antes comiences, mejor. Esto es muy importante ahora, porque la gente vive más años, y sino empiezas a cuidar tu piel desde temprana edad, lo vas a lamentar más tarde que temprano. Como recomendaciones generales: no fumar, no exponerse al sol e hidratar”.

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