LA DEPENDENCIA AFECTIVA

“A quienes sentimos que solo somos felices a través de los otros. A quienes vivimos solucionando los problemas o situaciones de las personas que amamos. A quienes creemos firmemente que la alegría esta restringida y que el dolor es nuestra constante en la vida. Es el momento de aceptar que esas conductas son destructivas y poner el freno a nuestras emociones de dolor, vergüenza, rabia y abrirnos a LA LIBERTAD… Soltar es la meta…” Melody Beattie.

En mi certificación de Coaching, mi Coach española, Lola Garrido me hacía esta pregunta… ¿Qué pasa con estas mexicanas que se exigen en todo, quieren cumplir en todo y creen que el estar o ayudar en todo las hace mejores personas?, ¿De dónde proviene tanta exigencia? ¿De dónde viene esa creencia de entre más cosas haga, más personas ayude, más me deje a mi misma, soy MEJOR persona?

No por hacer más cosas y entregarnos más tiempo, somos mejores. La Madre Teresa de Calcuta decía que lo importante era PONER AMOR a las cosas. ¿Cuántas veces haz hecho las cosas porque te comprometiste pero no por verdadero amor? Cuando conocí el término “codependencia”, identifiqué actitudes que me orillaban a entregarme en extremo sin poner límites sanos y no tenían un buen final. Tendía a darme sin medida a las personas, al trabajo y en muchas ocasiones, terminaba con gastritis, agotada y sintiendo que ya “había dado demasiado” y no era correspondida. La codependencia es una enfermedad emocional que ataca directamente nuestra identidad. Destruye la imagen que tenemos de nosotros mismos y nos impide relacionarnos de manera sana con los demás. El ser codependiente nos desconecta de lo que pensamos, sentimos y deseamos. Nos perdemos y nos enfocamos en agradar, controlar o dejarnos controlar por otros. Cuando ésta nos invade, nos importan más las opiniones de los demás que nuestra propia vida. Perdemos nuestras conexiones internas por enfocarnos en la vida de los demás.

¿Eres codependiente en una relación? No es amor cuándo….

Piensas que está bien sufrir por estar enamorado o en alguna situación porque “así te tocó”, “es culpa de no se quién”. Eres víctima y te quejas constantemente.

La mayoría de tus intereses, acciones o conversaciones giran a una sola persona, trabajo o contexto.

Esa relación te perjudica emocionalmente sintiéndote inquieto, sin paz, atrapado y sin poder hablar sobre lo que sientes.

Te sientes atado, buscas rescatar a los otros y tener el control.

¿Cómo dejar de SER codependiente?

El noble deseo de ayudar a los demás puede autodestruirnos. Hay que ver el bien de los demás pero nunca dejarnos a nosotros mismos.

Si en tus relaciones buscas controlar, influir y decir qué hacer… reconócete cómo codependiente y comienza a enfocarte en ti. Deja de opinar en la vida de otros y escucha las razones que tienen de tomar sus decisiones. Una vida sin juzgar a los demás provee felicidad.

Analiza tu capacidad de dar. El codependiente busca dar continuamente para no sentirse culpable o ansioso. Busca que tu capacidad de dar sea de corazón y sin esperar nada a cambio. No des para poder controlar o tener el poder de esa persona. ¿Cuándo es sano salir de una relación? Analízate si sientes que la otra persona te pisotea, te impide desarrollarte o no te quiere.

¿Cómo educar a nuestros hijos para NO SER CODEPENDIENTES?

Enfócate en recordarles a tus hijos lo amados que son por si mismos. Reforzar su identidad, su seguridad y el que ellos se rodeen de modelos saludables a imitar, les dará las tablas necesarias para no caer en relaciones codependientes. Una persona que se ama y que tiene autoestima sabe identificar las relaciones destructivas a tiempo.

Habla con ellos de sus sentimientos. El día que nuestros hijos se desconecten de sus sentimientos, tratarán de llenar esos vacíos con cosas externas y con la aceptación de los demás… cayendo en la codependencia.

Busca implementar gestos afectivos.- un abrazo, reconocimiento y mirar a los ojos, refuerza los vínculos y llena de seguridad a los niños. Independientemente de los problemas que tengan las personas que amamos, no podemos salvarlos ni invadir sus vidas, sino acompañarlos sanamente en su proceso y RESPETARLOS. La codependencia es parte de un sistema habitual de pensar, sentir y comportarse consigo y con los demás de forma dolorosa. Los hábitos de un codependiente asfixian, agotan y destruyen, y nos impiden encontrar la paz interior. A medida que respetemos nuestra vida, fijemos límites en nuestras relaciones, comencemos a liberarnos de lo tóxico, soltaremos todo eso que nos genera codependencia, carga y culpa… y comenzaremos a generar relaciones más sanas emocionalmente.

LA AUTORA

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.

 

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.