De nuevo frente al espejo. Puedes ver cada rincón de ti, cada pedacito de tu ser, todas esas imperfecciones que nos hacen humanos, y al mismo tiempo nos destruyen al darnos cuenta no encajamos en ese modelo de “belleza” que la sociedad nos ha impuesto.
El no sentirse satisfecho con nuestro cuerpo se ha hecho una costumbre cada vez más arraigada a nuestra vida cotidiana. Tanto así que, alrededor del 73% de los jóvenes del mundo están disconformes con su cuerpo. Y México específicamente se encuentra en el tercer lugar de mayor demanda de cirugías plásticas en todo el mundo.
Cinturas delgadas, bustos voluminosos y caderas redondas; juventud eterna, piel perfecta, cabellos brillantes y dientes perfectos. Prácticamente muñecas “Barbie” encarnadas. Los medios nos bombardean día a día tratando de convencernos que si no cumples con alguno de estos requisitos , no entras en la definición de belleza. Y es por eso que la mujer mexicana vive en un ciclo interminable de querer alcanzar esa imagen pase lo que pase.
Desde chicas nos dicen “La belleza cuesta” y nos acostumbramos a vivir disconformes con nuestro ser. Nos educan a priorizar nuestra imagen y a acostumbrarnos al dolor. El problema es que buscamos la belleza sin saber que la tenemos ahí, justo frente a nosotros: En cada curva, en la forma de nuestros ojos, en la sonrisa, en el color de nuestra piel y cada detalle que nos hace perfectamente únicas. La belleza comienza cuando tu decides que la tienes.
El conformismo es un extremo, pero la belleza es mucho más que la forma de tu cuerpo y la suavidad de tu piel: la belleza es amarte a ti mismo. Las mujeres somos una parte fundamental de la sociedad, y con existir ya somos perfectas. Cada arruga, cada estría, cada peca, nos cuenta una historia y nos recuerda ese gran papel que hemos jugado en nuestras vidas. Las marcas no son mas que la prueba de que hemos recorrido la ruta de la vida.
“Al nacer somos una hoja de papel en blanco en la que con el paso del tiempo, vamos escribiendo nuestra historia. Ámate, eres lo más grandioso que tienes.”
Y recuerda, ERES HERMOSA.
Con información de: Proceso y Clarín.