Aquí te mostramos cómo debes lavar estas prendas para que duren más tiempo
Texto: Daniela Saldaña
La ropa de lana no debe meterse a la lavadora como tus demás prendas, ya que si lo haces ésta puede hacerse más pequeña o áspera.
Si tienes muchas piezas de éste material te recomendamos darles un cuidado especial para que mantengan su confort y elasticidad.
Retira todo el contenido de los bolsillos de tu prenda (si es que los tiene), para que no pueda quedarle a ésta residuos de papel o pelusa al finalizar.
Cierra los botones y cremalleras para evitar que se deforme tu prenda durante el lavado.
Introduce tu ropa dentro de una cubeta con agua fría y agrega jabón para ropa delicada, identifica las manchas y frota suavemente con un cepillo de cerdas delgadas.
Retira tu prenda del agua y enróllala en una toalla para retirar la humedad.
Para el secado debes dejarla sobre una superficie plana, con la finalidad de que ésta no se deforme.
Para el almacenamiento a largo plazo: Las manchas de alimentos, cremas o aceites para el cuerpo pueden atraer a las polillas, debes asegurarte de que su ropa esté limpia. Use cajas o bolsas en las que puede añadir si lo desea alguna bola antipolillas o de naftalina, pero nunca coloques las bolas en contacto directo con las prendas.
Usa detergentes especiales para prendas delicadas.
Muchas prendas de lana no requieren planchado, pero si es necesario hacerlo, por lo general los fabricantes indican en las etiquetas que el planchado ha de realizarse a una temperatura inferior a 110º C o 150º C. Es mejor planchar la lana cuando aún está un poco húmeda, en lugar de cuando está completamente seca. Use cajas o bolsas en las que puede añadir si lo desea alguna bola antipolillas o de naftalina, pero nunca coloques las bolas en contacto directo con las prendas.
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