La moda del vaping o vapeo surgió como una alternativa de los cigarros tradicionales, pero estudios recientes demuestran que es igual de dañino.
Los cigarros electrónicos suelen utilizarse como una alternativa a los tradicionales porque en lugar de nicotina se fuman líquidos para vaporizar. Esta práctica, mejor conocida como vaping o vapeo, tomó popularidad en los últimos años.
Sin embargo, estudios recientes indican que los cigarros electrónicos perjudican el funcionamiento de los pulmones, de acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
— Respira-INER (@RespiraINER) 11 de septiembre de 2019
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) comenzó a realizar operativos para decomisar cigarrillos electrónicos, pues la mayoría de los dispositivos son productos importados de países como Estados Unidos, China y Taiwán, que no cumplen con las normas sanitarias del país.
Además, la Secretaría de Salud advirtió que los dispositivos también puede causar daños por un mal funcionamiento de las baterías o sobrecalentamiento.
Los cigarros electrónicos funcionan a través del calentamiento de un líquido que contiene nicotina, glicerina y saborizantes que dañan las vías aéreas de conducción como en zonas alveolares. También contienen compuestos tóxicos como hidrocarburos policíclicos, nitrosaminas y metales como cromo, cadmio, zinc y níquel.
El uso a corto plazo puede provocar tos seca, dolor en el tórax, fatiga y fiebre.
Actualmente hay más de 200 casos documentados de pacientes con lesión pulmonar grave en 25 estados de Estados Unidos asociados con el uso de cigarros electrónicos. La mayoría de los afectados son adolescentes y jóvenes.
Son precisamente los adolescentes y jóvenes quienes tienen un mayor riesgo de volverse adictos o de combinar esta práctica con el uso de cigarros tradicionales. El INER insistió en que, en caso de presentar alguna molestia, se debe acudir al médico de inmediato por una valoración.