En un parque nacional de Kenia existe un orfanato muy especial, se trata de un lugar donde cuidan a los elefantes bebés huérfanos.
El orfanato para elefantes del Fondo Sheldrick para la Fauna Salvaje (SWT) tuvo que acoplar biberones gigantes con una mezcla de leche en polvo para humanos, agua y vitaminas, una receta desarrollada por el centro para sustituir la leche materna y alimentar a los pequeños elefantes que tienen una historia única.
Larro, de 10 meses, es la elefanta más joven del centro. Cuando la encontraron erraba sola en la célebre reserva de Masai Mara, aparentemente tras un violento encuentro entre su familia y habitantes de la zona, en ocasiones la gente los golpea para espantarlos y, durante el combate, los bebés quedan separados de sus familias.
Las crías de elefante no pueden sobrevivir sin su mamá. No se destetan hasta los 5 o 10 años, y se convierten en adultos alrededor de los 18.
Los elefantes suelen quedarse hasta los tres años en el orfanato, donde son alimentados cada tres horas y duermen en cercados individuales, cada uno acompañado por un guardia.
Durante la jornada, los guardias acompañan a los jóvenes elefantes cuando deambulan por la sabana y cada día les preparan un baño de barro en el que les encanta dar vueltas y hacer burbujas con sus trompas.
Al salir del orfanato, la mayoría de elefantes va a uno de los tres centros de reintegración situados en el parque nacional de Tsavo, donde pasan varios años aprendiendo a vivir sin los humanos hasta que pueden unirse a una manada.
