Benicio Del Toro de héroe a delincuente

El artista nos cuenta su experiencia con la película ‘Sicario: Day of the Soldado’

Por Fabián Waintal

Ya lo habíamos entrevistado en Las Vegas, en el momento en que era coronado con el Premio Estrella Masculina del Año justo antes de presentar las primeras imágenes de la nueva versión de ‘Sicario: Day of the Soldado’, en Cinemacon. Para ese entonces, él ya había aceptado el desafío de ser Presidente del Jurado del Festival de Cannes en la paralela competencia Un Certain Regards. Y teniendo en cuenta que también había estrenado la primera versión de ‘Sicario’, exactamente tres años antes, en el mismo Festival de Cannes, esta vez lo entrevistamos para hablar de los dos temas, por duplicado.

Qué significa para Benicio del Toro recibir un premio como La Estrella Masculina del Año que te entregó la asociación de los dueños de las salas de cine, en Cinemacon?

Yo soy de los actores que no disfruta verme en una pantalla grande, pero es maravilloso saber que todavía hay gente que sí lo disfruta (Risas). Pero tengo que agradecer un premio como este porque viene de gente que trabaja muy duro para mantener vivo el sueño de ver cine en un verdadero cine.

 ¿Cuáles son tus primeros recuerdos en una sala de cine?

Yo crecí en San Juan de Puerto Rico a mediados de los años 70, donde la temperatura se mantiene todo el año en casi 30 grados, con mucha humedad. Y Los mejores recuerdos de mi niñez son de la época en que iba al cine con mi familia. Me acuerdo que veíamos toda clase de cine como mi primera película de James Bond, ‘Live and Let Die’ o las mexicanas ‘El Demonio Azul’ y ‘El Santo’ y comedias como ‘Animal House’. Soy de los que apreciaban a quienes no aparentaban ser ganadores como Rocky. Y me acuerdo que esperábamos también horas y horas para ver las superproducciones de ‘Tiburón’ y ‘Star Wars’. Y volví a esperar horas, para volver a verlas también. Mi familia jamás imaginó que yo iba a ganarme la vida en la pantalla grande de una sala de cine. Y cuando miro hacia atrás, me doy cuenta que la sala de cine fue la incubadora de mi sueño de hacer lo que hago hoy como actor. 

¿Qué opinas en ese sentido, cuando otros estudios como Netflix amenaza con borrar la experiencia del cine en una sala de cine?

Entiendo que el mundo se mueve muy rápido. Mucho más rápido que nunca. Damos vuelta las páginas en el teléfono para mirar televisión, escuchar música, incluso en medio de alguna conversación. Hoy hay pantallas en el auto, en los teléfonos y hasta los relojes en la muñeca. Pero no es lo mismo que ver cine, en una sala de cine. No importa lo rápido que se mueva el mundo, la sala de cine es el único lugar del planeta donde el reloj se detiene por completo. Y eso es bueno. Es el único lugar donde podemos sentarnos juntos, sin juzgar, sin distinguir, sin cinismo… a menos que seas un crítico de cine (Risas). Es el único lugar donde realmente podemos perdernos para encontrarnos al mismo tiempo. Es único.

“Soy de los actores que no disfruta verme en una pantalla grande, pero es maravilloso saber que todavía hay gente que sí lo disfruta.”

¿Y qué tan única es entonces la experiencia de haber sido elegido como Presidente del Jurado en Cannes?

En realidad es ‘Un Certain Regards’ (la competencia paralela de la Palma de Oro)

 ¿Cómo llegó el ofrecimiento?

 Por teléfono… Me llamaron preguntándome si quería ser Presidente del Jurado. Y les dije que si.

 ¿Cuánto tiempo en total?

Diez días.

 ¿Tuviste que ver todas las películas… incluyendo las malas? 

La mayoría siempre son buenas. No es fácil llegar a Cannes

La primera película de ‘Sicario’ justamente se había estrenado dentro de la competencia del Festival de Cannes…

 Es cierto, la primera compitió en Cannes

 Conozco gente, incluso periodistas que apostaban que iba a ganar la Palma de Oro ¿Qué le faltó para ganar?

 Unos cuantos votos, por lo menos uno (Risas). ¡Faltó uno seguro! Pudo haber tenido más

 

Él al menos necesita dos líneas en su pasaporte para imprimir el largo nombre original de Benicio Monserrate Rafael del Toro Sánchez, con que fue registrado el día de su nacimiento en Puerto Rico, el 19 de Febrero de 1967, como el hijo de los abogados Gustavo Adolfo del Toro Bermúdez y Fausta Genoveva Sánchez Rivera. Y con el apodo de ‘Beno’ se crió entre las raíces latinas de Miramar, en Puerto Rico, cuando con apenas nueve años sufrió la perdida de la madre, que falleció por hepatitis. A los 15 años, con el padre se mudó después a Pensilvania, antes de ir a estudiar a la Universidad de California en San Diego donde las primeras clases de teatro lo incentivaron a dejar la más segura carrera de negocios por el riesgo de la actuación en otras clases de teatro con Stella Adler y Arthur Mendoza, en Los Angeles. Por un tiempo, consiguió también algunos roles secundarios como la serie de televisión ‘Miami Vice’ o el video musical ‘La Isla Bonita’ de Madonna, además del más importante personaje de Darío en la superproducción de James Bond, ‘Licence To Kill’

Pero el éxito surgió realmente con el rol de Fred Fenster en ‘The Usual Suspects’. Pero nada se compara con el Oscar que ganó al representar el oficial de la frontera Javier Rodriguez que trataba de mantener la honestidad entre los narcotraficantes de ‘Traffic’ (con la dirección de Steven Soderbergh)

“Los mejores recuerdos de mi niñez son de la época en que iba al cine con mi familia. Me acuerdo que veíamos toda clase de cine como mi primera película de James Bond, ‘Live and Let Die’ o las mexicanas ‘El Demonio Azul’ y ‘El Santo’”

Hablamos de la época donde los latinos eran totalmente ignorados en las ceremonias de premio (Sí, mucho antes de los Oscars de Javier Bardem y Penélope Cruz). Pero Benicio volvió a ser nominado como Mejor Actor de Reparto por la película ’21 Grams’ donde incluso se destacó mucho más que sus compañeros de rubro tan famosos como Sean Penn y Naomi Watts. En Cannes también recibió el premio ‘d›interpretation masculine’, cuando volvió a filmar con el director Steven Soderbergh la historia del ‘Che’ Guevara. Y hasta Sean Penn, se quejó al recibir el Oscar por ‘Milk’ porque la Academia había ignorado a Benicio en la votación del ‘Che’. Pero nada pudo detener el éxito, cuando lo contrataron después como el Hombre Lobo ‘The Wolf Man’, en la misma época que en la realidad había dejado embarazada a la hija de Rod Stewart, Kimberley, para convertirlo en padre con la única hija Delilah, en Abril del 2011 (aunque ya no estaban en pareja). Siguiendo con el cine, también vivió las supreproducciones de los superhéroes como el Collector de ‘Thor: The Dark World’ y ‘The Guardians of the Galaxy’. En el 2014 pasó por el Festival Internacional de Cine de Toronto para estrenar su propia versión del narcotraficante Pablo Escobar en ‘Escobar: Paradise Lost’. Y fue año siguiente cuando se convirtió en el cazador de narcotraficantes con la primera versión de ‘Sicario’ que compitió en el Festival de Cannes. Y ahora, con la segunda versión de ‘Sicario: Day of the Soldado’, vuelve a interpretar el mismo personaje de Alejandro Gillick, con la misma compañía de Josh Brolin representando a la CIA.

¿Crees que en la realidad hay sicarios que trabajan para el gobierno de Estados Unidos?

Seguro, se llaman ‘cover operations’. Y no solo Estados Unidos, otros países también. Todos tienen sus trampitas.

 ¿Con el primer rodaje imaginabas que iban a filmar un segundo capítulo?

Para nada. Cuando terminamos con la filmación de ‘Sicario’, jamás pensé que íbamos a filmar esta continuación. Y cuando me llamaron los productores y mi manager diciendo “Tenemos un guión para una segunda película de Sicario”, quise verla primero. Y desde las primeras páginas, me pareció maravillosa.

 ¿Y los que no vieron la primera película van a entender la segunda?

 La película tiene su propia historia, por completo, aunque es un nuevo capítulo, porque nunca antes mostramos así mi personaje de Alejandro. Con la nueva película de ‘Sicario: Day of the Soldado’, Benicio del Toro y Josh Brolin descubren que el cartel narco mexicano está infiltrando terroristas a Estados Unidos a través de la frontera y buscan solucionar el problema. Así es como generan una falsa operación, tratando de crear una guerra entre las bandas de narcotraficantes con el secuestro de la hija del más poderoso narco que interpreta Isabela Moner. El problema surge cuando el gobierno mexicano se entera de la infiltración de la CIA, fuera de Estados Unidos, pero cuando Benicio recibe la orden de ejecutar a la víctima, él se revela y pasa a ser el perseguido, por la CIA.

 

“La sala de cine es el único lugar del planeta donde el reloj se detiene por completo. Y eso es bueno. Es el único lugar donde podemos sentarnos juntos, sin juzgar, sin distinguir, sin cinismo…”

 ¿Qué tiene de buena la segunda versión de ‘Sicario’ en comparación con la primera?

 Tiene dos votos más (Risas). Pero hablando en serio, es un capítulo nuevo donde mi personaje tiene que tomar una decisión moral entre defender a una niña o seguir con su trabajo, aunque decide ayudar a la niña y ahí es donde empiezan los problemas. Es lo que también redobla las apuestas, por el dilema moral de haberse cruzado del otro lado a proteger a una joven que era parte de la guerra que él mismo había creado. El personaje que conocíamos en el primer episodio de Sicario, ahora tiene diferentes niveles de humanidad que no habíamos visto antes en la primera película. Y eso, es emocionante.

¿En tu caso te consideras un Sicario de Hollywood, cuando te piden que salgas a matar en las recaudaciones?

 Claro, me tienen que pagar dinero por el trabajo que hago. Sino, no trabajo. (Riendo) Vamos, dame diez pesos… dame diez pesos.