Consejos para manejar el enojo y la ira

Es muy común dejarnos llevar por el enojo y la ira, las consecuencias pueden ser graves

No es dejar de sentirlo, porque es una emoción humana que puede llegar en cualquier momento, el punto es saber manejar dicha emoción para que no haga daño, ni a nosotros ni a alguien más. Esta emoción también tiene cambios físicos en tu cuerpo, permanecer demasiado tiempo en este estado puede traer consecuencias y enfermedades.

Cómo responde tu cuerpo y tu mente

Cuando te enojas, tu frecuencia cardíaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con su nivel de hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina. La respuesta es agresiva y conductas a la defensiva, se utilizan procesos conscientes e inconscientes para lidiar con el enojo:

Expresar, reprimir, calmar

El enojo no expresado puede generar otros problemas como una conducta pasiva-agresiva o una actitud cínica y hostil duradera. Por ejemplo, aquellas personas que están constantemente menospreciando a los demás, criticando todo y haciendo comentarios cínicos, no han aprendido a expresar su enojo de manera constructiva.

Cómo darte cuenta si tienes un problema de ira

Reaccionas fuera de control de forma alarmante, tienes problemas con personas cercanas a ti, estás de mal humor casi todo el tiempo. Vienen a tu mente pensamientos que te molestan o los fomentas. Tratas a otras personas con desprecio y groserías. Cualquier circunstancia que esté fuera de tu control te hace enojar. Vives en un estado eufórico en el que te gustaría actuar violentamente.

Por qué te enojas

Las personas que se enojan con facilidad tienen baja tolerancia a la frustración o a la injusticia. Son personas que regularmente han tenido experiencias de abuso emocional y se sienten atacadas expresando sentimientos pasados a través de la ira. Generalmente, este tipo de personan vienen de familias problemáticas, caóticas y sin capacidad para la comunicación emocional. Las personas que se enojan mucho consideran que: “las cosas deben hacerse a su manera”. Tienden a sentir que moralmente están en lo cierto, que cualquier cosa que bloquee o cambie sus planes es una humillación insoportable que no deben tolerar.

Cómo controlar la ira

El primer paso es descubrir qué es lo que desencadena la ira y luego desarrollar estrategias para evitar que esos factores te hagan perder el control. Asistir a terapia es una buena solución, te ayudará a entender qué es lo que pasa en tu interior, pero si no tienes esta opción, puedes implementar algunas estrategias como: Relajación: Respirar profundamente y algunas terapias de música o aromas, pueden ayudar a calmar sentimientos de enojo.

Cambia tus pensamientos

Las personas enojadas tienden a maldecir, a insultar y a hablar con palabras que reflejan sus pensamientos internos. Procura reemplazar estos pensamientos por otros más positivos como: “es frustrante y es comprensible que esté disgustado pero no es el fin del mundo y enojarme no va a solucionarlo.”

Expresa tus problemas y busca una solución

Enojarte no soluciona tus problemas, pero es un buen comienzo para entender y conocerte. No reprimas ese enojo, desahógate a solas y luego piensa cómo puedes sentirte mejor de forma positiva.

Convierte expectativas

en deseos Las personas enojadas tienden a exigir justicia, valoración, acuerdo entre las partes y disposición para hacer las cosas a su manera. Todos deseamos estas cosas y nos sentimos lastimados y desilusionados cuando no las obtenemos; pero las personas enojadas las exigen y cuando sus exigencias no se cumplen, su desilusión se transforma en ira. Cuando no obtienes lo que deseas, tendrás frustración, desilusión, dolor, pero dejarás de sentir ira si aprendes a dejar de exigir.

Resolver problemas

A veces no debes concentrarte tanto en hallar la solución a tus problemas, sino en cómo manejar y enfrentarlos. Puedes hacer un plan y verificar su progreso y aun cuando éste no se resuelva de inmediato, sabrás que estás haciendo algo. Otra opción es dejarte llevar, no tomarte nada personal y en la medida de lo posible dejar que los problemas que no te corresponden se solucionen poco a poco.

Aprovecha el buen humor

El ‘humor tonto’ puede ayudar a calmar la furia de varias formas. Por ejemplo, si a alguien le dices ‘bolsa de basura’ imagina esa bolsa de basura, será gracioso y quizá te haga reír. Pero evita el humor cruel y sarcástico, sobre todo con personas a las que no le tengas confianza.

Clara Villarreal

Consultora de imagen personal, etiqueta empresarial y protocolo Institucional y organizacional.