La perfecta tirana

Los tiranos nos empujan a llegar más lejos

Tengo la suerte —buena o mala— de ser una perfecta tirana. Me ha sucedido en más de una ocasión, con personas que no se conocen entre sí, que me hacen reclamos en ese tono. La protesta viene porque los he hecho llegar más allá de donde querían, de donde ni siquiera se hubieran imaginado y, eso sí, a nadie le gusta que lo presionen, que lo critiquen, que le digan que es insuficiente lo que está entregando. Yo sí lo digo; porque tengo la suerte —buena— de estar rodeada de gente a la que considero sumamente capaz.

Sean amistades, colegas o socios comerciales, exijo porque estoy convencida que tienen mucho qué dar. Por eso, cuando recibo algo que me parece que no está a la altura de lo que pueden entregar, para su suerte —mala—se les aparece una tirana furiosa que no esta dispuesta a hacer concesiones. Algunos han sabido superar el episodio tiránico y romper las fronteras para trabajar a nivel más alto, más creativo e innovador. Así, hemos armado un equipo increíble que ha hecho realidad proyectos extraordinarios.  Tiranos hay muchos. No soy la única, se trata de un perfil; como lo propone las enseñanzas de Don Juan, según Carlos Castaneda. De tal modo que en mi vida me he topado con tiranos despiadados que no se han detenido ante mis lágrimas, mi ingenuidad o mi frustración.

Pero aguanté. Y creo que con el paso del tiempo he asimilado las enseñanzas que cada uno de ellos dejaron en mí.  Los tiranos que nos vamos topando a lo largo de los años tienen un propósito: hacernos más fuertes y atrevernos a cruzar barreras. Desde luego, enfrentarnos a ellos es una experiencia dolorosa. Nos cuestionan, nos critican, nos hacen sentir que no estamos en control y que no podemos estar a la altura. Los controladores, las personas que aman tener todo perfectamente visible, registrado y ordenado, sufren con especial dolor el tratamiento del tirano.

Pero el tirano del que hablo, no es del todo malvado, pues aunque propicie una experiencia desgastante, al final, los resultados, tanto en la tarea a realizar como al interior de la persona, serán positivos y de un crecimiento nunca antes experimentado.  A todos se nos ha presentado alguna o varias ocasiones estar enfrente de un perfecto tirano, sin embargo existen ocasiones donde nosotros hemos sido esos perfectos tiranos para otros, ¿acaso a tu perfecto tirano le ignoraste, le sacaste la vuelta o realmente le aprovechaste la clase? Cuando identifiques a tu tirano, no te enganches y sácale jugo a la vida.

Atte: una perfecta tirana

Twitter: @claravillarreal

contacto@claravillarreal.com