Hacen de sus XV’S una experiencia inolvidable

Acompañadas de familiares y muchos amigos Miranda Vasquez de la Peña, Ana Paula Luna Villarreal, Valeria Villarreal Rodríguez y Valeria Recio Jiménez celebraron sus aniversario número 15 

Fotos: Jordi Sifuentes y Humberto Casas

Cuatro sillas cafés esperaban en el fondo de la iglesia Santa María Reina de los Apóstoles. En cuanto dieron las siete de la tarde del viernes 28 de abril cuatro jovencitas vestidas en diferentes colores caminaron hacia ellas, se notaba el cariño que surgía de ellas. Llegaron con paso firme a dar gracias por haber cumplido quince años.

Detrás en las sillas continuas se encontraban los seres que las cuidaron durante toda su vida, quienes lucían orgullosos al ver a sus hijas radiantes en ese momento.

Miranda Vasquez de la Peña fue acompañada por su madre Rosa Martha de la Peña del Bosque y por su hermana Ana Victoria quienes no perdieron una sola palabra de lo que el padre decía.

Ana Paula Luna Villarreal asentía mientras sus padres Ana Cecilia Villarreal Escobedo y Juan Ricardo Luna Rodríguez sonreían al observarla. Ella también tenía la compañía de sus hermanos Juan Ricardo y José Francisco.

En la ceremonia el padre dio un emotivo mensaje. Al final las quinceañeras salieron sonrientes, sintiendo una inmensa felicidad.

Zayra Jínez Ruiz y Rodrigo Recio Guajardo dieron un enorme abrazo a su hija Valeria. Su hermano Rodrigo también la felicitó.

Terminado el acto religioso todas las familias fueron a la gran recepción que se llevó a cabo en el salón Villa Ferré. Una imagen inolvidable fue ver a las cuatro quinceañeras bailar el tan conocido vals. Cada que alguien pasaba a la pista con ellas les entregaba una flor color rosa, hasta así llegar a juntar las quince como marca la tradición.

Valeria Villarreal Rodríguez bailó junto a su padre Gerardo Villarreal, para luego seguir en la pista con sus hermanos Gerardo y Alejandro. Mientras su madre Tania Rodríguez y su hermana Alessandra disfrutaban del evento.

Las cuatro amigas estuvieron felices de haber tomado la decisión de unir sus festejos y hacer uno sólo. Su felicidad hizo de esa noche algo más especial, una experiencia inolvidable.