Protege lo bonito que hay en ti

Nunca escondas tus dones y talentos sólo porque diste con algunas personas que no los valoraban. En alguna parte del mundo, alguien los verá maravillosos…

 

La vida suele ser una montaña rusa, llena de emociones y experiencias con un poco de todo. Subidas llenas de retos, de emociones por descubrir, por disfrutar, por reír. Y bajadas con incertidumbre, con miedo, y con esa sensación de estar perdidos sin saber hacia dónde vamos. Y en esas bajadas o aparentes pruebas, todo nos parece un reto, incluso: conocernos a nosotros mismos o reconocer las maravillas que hay dentro de nosotros.

A veces elegimos no sentir para no sufrir, y en ese proteger el alma de fracasos o de decepciones, la vamos llenando de heridas que no cicatrizan. Cada emoción que sucede, por más irracional que parezca, viene a conectarte con algo. Ya sea una experiencia para poner límites o para aprender a decir “no”; o tal vez para ilusionarnos y reconectarnos con algo bonito de nuestra vida.

En ocasiones se acerca alguien a recordarte ese “don”, talento, virtud, habilidad, y hasta te asombra que alguien lo vea en ti cuando sientes que tienes mucho de no mirarlo. ¿Porqué has dejado de mirar esa cualidad?

¿Porqué has dejado de hacer algo que tanto amabas hacer?

¿Por qué has permitido que alguien te diga que no es tan valioso y eso influya en ti?

¿Qué es eso con el que nutres, das, alegras, sirves, iluminas?

¿Qué es eso que te nutre, que te da, que te conecta, que te hace sentir en paz contigo?

Mucho tiempo de mi vida pensé que mi sensibilidad era un defecto. Tenía la creencia de que era malo ser tan vulnerable y “llorona”, que no era lo suficiente fuerte, hasta que un día en un retiro comprendí que era un don que Dios me había dado para sentir con mayor profundidad el dolor de los demás. Me costó tiempo dejar de creer eso que alguien me hizo creer y reconocerlo cómo algo valioso, que me permite dar algo al mundo.

¿Qué es lo bonito de ti? ¿Qué es eso que haces y te da paz, te produce bienestar, produce el bienestar de otros? Si haces algo y eso tiene un eco positivo, eso es un don que Dios ha depositado en ti. Robin Sharma decía que el punto de partida para descubrir quién eres, tus dones, tus talentos, tus sueños, es estar cómodo con uno mismo. Pasar tiempo a solas, escribir en un diario, dar largos paseos por el bosque. Si te cuesta reconocer tus dones, tus talentos, tus virtudes, y lo bonito que hay en ti, intenta realizar acciones que te recuerden eso que te hace sentir cómodo y feliz, eso que te hace sentir tú, que te inyecta vida y energía.

Recuerda, todo está conectado. Tus dones, tus circunstancias, tu propósito, tus áreas de oportunidad, tu destino… Todo te está moldeando. Abraza cada circunstancia y cada experiencia.

Intenta conocerte a ti mismo. No permitas que otros hagan el camino por ti. Tu camino es solamente tuyo. Otros pueden caminar a tu lado, pero nadie puede caminar por ti. Mira todo lo hermoso que habita en ti, valóralo, agradécelo y ponlo a trabajar. En el momento en que tú te valoras a ti mismo, el mundo entero comenzará a valorarte a ti.

Protege todo lo bonito que hay en ti, lo tuyo y de los que quieres. No sólo tus dones, sé consciente de ellos y comprométete a usarlos. Protege a las almas bonitas que hay en tu vida, a las personas que te miran cara a cara, a las almas que no temen decirte la verdad, a las almas que te miran con el corazón. Que se conecten con eso que habita en ti, que te hagan sacar eso bonito. Brilla y permítete brillar con tu propia luz.

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.