Tu campo electromagnético ¿cómo está?

¿has notado que estar cerca de algunas personas hace que te sientas bien, contento y de buen humor?

Con sólo entrar al departamento o a la casa de una persona –no importa si la conoces o no–, obtienes de inmediato una gran cantidad de información a nivel energético; percibes cierta fuerza, que puede ser agradable o desagradable y que comúnmente llamamos “vibra”. De manera extraña adviertes la personalidad de quienes la habitan, así como su educación, sensibilidad, cultura, edad, gustos y el ambiente de hospitalidad u hostilidad, resultado del tipo de la relación que la familia tiene entre sí. De eso me percaté al visitar varios sitios con una corredora de bienes raíces, cuando mi esposo y yo buscábamos un lugar para cambiarnos. Asimismo, cuando vimos casas vacías, comprobé que se puede notar todo lo anterior sobre los dueños que las acababan de desocupar, como si la vibra permaneciera atrapada en el aire. Esto también sucede con las personas.

Quizás al entrar a un lugar te has percatado de que algo no está bien con la persona que se encuentra ahí, y después te enteras de que acaba de recibir una mala noticia, o bien, de discutir con alguien. Sucede también que basta con que un miembro del equipo o familia tenga una mala actitud, para que todo el ambiente se estropee, ¿cierto? Por otro lado, ¿has notado que estar cerca de algunas personas hace que te sientas bien, contento y de buen humor?

Somos como una estación de radio

En todo momento, seamos conscientes de ello o no, nos afectamos unos a otros, transmitimos con señales lo que sentimos a través de nuestro campo magnético, tal como si fuéramos una estación de radio. Los científicos pueden identificar nuestras ondas con 75 por ciento de precisión, de acuerdo con las nuevas investigaciones del HeartMath Research Center.  El punto de partida es el corazón, ya que es la fuente de energía rítmica electromagnética más grande del cuerpo. Cada vez que éste late, produce electricidad. Cuando se produce electricidad se crea un campo electromagnético, tu campo electromagnético. Esto es física básica. El campo magnético viaja desde el cuerpo como una onda que transporta información y es único porque puede penetrar la piel, entre otras cosas.   Los magnetómetros son instrumentos para medir la fuerza y dirección de un campo magnético, en este caso del corazón, mismo que se puede captar hasta a un metro de distancia del cuerpo. Imagina que tuviéramos un globo transparente a nuestro alrededor, el cual nos acompaña siempre a lo largo del día e interactúa con los globos de los demás –queramos o no. De hecho, el campo magnético del corazón viaja mucho más lejos, pero la sensibilidad de los instrumentos de medida es limitada. Por otro lado, el cerebro, también tiene un campo magnético, que se puede captar únicamente a 2.54 centímetros de distancia. Los científicos han demostrado que la calidad de nuestros pensamientos y emociones afecta la información contenida en el campo electromagnético que portamos, por lo que incide en las personas de nuestro alrededor.

Esta es la razón por la cual, cuando un grupo de amigos, familiares o colegas están en armonía y se caen bien, las ondas coherentes de los presentes crean una atmósfera agradable. Todos entran en un estado de coherencia que impacta su bienestar, desempeño y salud, lo que se convierte en una manera muy efectiva de apoyarse mutuamente –o bien, todo lo contrario. Como ves, no todo está en el otro, somos parte del todo. La tarea en un momento dado, sería identificar si con nuestro campo electromagnético nutrimos o afectamos a la familia, al entorno en el que vivimos, en el que trabajamos y finalmente al planeta.

Gabriela Vargas

Empresaria, conferencista a nivel nacional e internacional, primera asesora de imagen de México, comunicadora en prensa escrita, radio y televisión, esposa, madre de tres hijos y abuela de ocho nietos.