Mi alma gemela

 Sí, hay que exagerar las cosas buenas que tenemos y engrandecer a las personas que comparten un poquito más que nuestro día a día

Hay que ir por la vida abriendo camino, viendo el lado maravilloso a cada situación y valorando todo aquello que nos hace sonreír. Sí, hay que exagerar las cosas buenas que tenemos y engrandecer a las personas que comparten un poquito más que nuestro día a día. La fortuna se presenta de distintas maneras y hoy quiero compartirles uno de los mayores regalos que me ha dado el universo para aprender a sobrellevar los tropiezos, resaltar las alegrías y gozar del camino. No sé si llamarlo suerte, coincidencia o destino, pero sin duda alguna ha sido parte fundamental de mis vivencias. Mi alma gemela; la llamo así porque la conexión es diferente a la de una amiga o porque si le digo hermana quizás me limitaría a contarle algún secreto y aunque la mayoría de las veces relacionamos el término refiriéndonos a nuestro gran amor, hoy yo hablo de “ella.” Con la que jugué toda mi infancia, crecí y compartí grandes experiencias.

Ella , la que secó mis lágrimas y me hizo sonreír una y otra vez, la que sabe perfectamente lo que pienso sin decírselo y que con solo una expresión adivina si estoy feliz, triste o confundida. Creo que el secreto de contar con ella por más de 2 décadas es que no existen celos, rivalidades ni sentimientos mal intencionados, entendemos perfectamente el rumbo de nuestras vidas y las distintas direcciones a las que nos dirigimos. Y así, sin poses, con libre elección y respeto de por medio, fuimos creando el lazo. Un lazo que se vuelve más fuerte con el paso del tiempo y la madurez de dos amigas que lo único que necesitan es un “estoy contigo” para todo; para un corazón roto, una enfermedad, una celebración o un delicioso café.

Y con un poco más de confianza por ser ya este nuestro tercer encuentro, por este medio, les confieso que esto se agradece… Si, y de muchas formas y no saben cómo se aligera el trayecto cuando cuentas con una o varias personas compatibles contigo, que se involucran con tu trabajo, conocen tus gustos, son parte de tu familia y te quieran bien. Así que si eres de los afortunados que tienen un alma gemela, cuídala, valórala y sobre todo engrandécela, hazle saber la importancia de estar en tu vida y que tiempo no les falte para seguir sumando y compartiendo. Y si por alguna razón no has encontrado esa conexión estoy segura que llegará y se presentará de la manera menos esperada y al primer instante lo sabrás porque con las almas gemelas todo fluye.

Mariana Cabello

Mujer apasionada por encontrar un propósito en la vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Enamorada de las letras y del sentimiento que provoca el transmitir ideas, expresiones y conocimientos.