La “dieta” de los Frank

Los Frank, comerciantes en su origen, quienes huían ya de la masacre, se establecen en Ámsterdam. Donde no tardarían en ser alcanzados por la barbarie

Usted lo sabe, este año se cumplen los primeros 70 años de la publicación del famoso “Diario de Ana Frank”, la niña judía (1929-1945) emblema del holocausto judío y víctima de la Segunda Guerra Mundial como miles de judíos y católicos, es decir, ciudadanos como usted o como yo, los cuales fueron mártires de los horrores de la guerra. Es el “Diario” de una niña de 13 años y encerrada dos (junto con su familia y otros judíos) en lo que ella bautizó como “La casa de atrás”, con miras a no ser detenidos por los nazis y ser liquidados. Al cumplir 15 años y luego de dos de encierro, repito, fueron encontrados (delatados al parecer) por los servicios de inteligencia nazis y fueron enviados a campos de concentración. Allí moriría toda la familia Frank, sólo se salvó el padre, Otto Frank, al cual le debemos la publicación. 70 años de la edición de un libro que es testimonio de coraje, entereza y las vicisitudes de una niña obligada a madurar de manera atroz y brutal.

Y una arista poco explorada del diario llevado por la infanta Ana Frank, es precisamente su “dieta” (dieta del hambre, realmente), los bastimentos que los Frank tenían como provisión para esconderse y aguantar hasta que terminara la guerra. Bastimentos y despensa que se fue acabando. Usted lo sabe: invadida Holanda por las tropas nazis, la familia de origen judío y de Alemania, los Frank, comerciantes en su origen, quienes huían ya de la masacre, se establecen en Ámsterdam. Donde no tardarían en ser alcanzados por la barbarie. En el edificio donde el padre de Ana Frank, Otto, tenía sus oficinas, éste habilita la parte trasera como escondite para salvarse de la Gestapo. Ocho personas en total estuvieron encerradas en la “Casa de atrás” de junio de 1942 a agosto de 1944. En este espacio claustrofóbico, miserable y precario, comiendo alimentos podridos y respirando aires malsanos, una niña de 13 años recibe como regalo de cumpleaños un diario de tapas rojas y blancas el cual se convertiría en un testimonio de coraje, una vocación de vida, un reflejo fiel de los horrores de la Segunda Guerra Mundial; pero también, la introspección, ideas, avatares y vocación de una niña/adolescente obligada a madurar de una manera ruda y brutal. Básicamente los Frank se proveyeron de arroz, mermelada, harina, té, café, jabón de aseo personal, manteca y papas.

En el correr de los días y en un aniversario, un cumpleaños adquiere caracteres épicos donde el mejor regalo es… un frasco de mermelada. En una de tantas entradas de su diario, la infanta Frank así lo cuenta: “Hoy cumple años la señora Van Daan… tan sólo le hemos regalado un frasco de mermelada. También el marido, Dussel y el personal de la oficina le han regalado flores y alimentos exclusivamente. ¡Los tiempos no dan para más!” En otra entrada y casi al final de sus días, es decir, antes de ser encontrados en su escondite, Ana Frank escribe: “Casi no nos quedan patatas. En lo sucesivo vamos a darle a cada quien su ración de patatas por separado, y que cada cual haga con ellas lo que le plazca.” Luego a esto seguirían alimentos podridos, escasos alimentos que entonces se conseguían. Lo más doloroso es que, cuando se llevan a los 8 inquilinos de la “Casa de atrás” a los campos de concentración, Margot, la hermana mayor y Ana Frank, mueren de tifus justo a días de que dicho campo fuese liberado por las fuerzas aliadas. Junto con los alimentos para medio vivir, Ana Frank echaba de menos el otro alimento, el espiritual: los libros. Así lo dejó por escrito en su diario de tapas rojas y blancas: “Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados.” Relea el libro, da fortaleza en tiempos de tempestad como los que se viven en Coahuila y en México.

Jesus R. Cedillo

Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete premios de periodismo cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.