Comparten Corazones: La misión es ayudar

En el mundo hacen falta  más corazones como el de Mitchel Márquez y Patricia Osuna quienes descubrieron en el acto de ayudar la forma más viable de cambiar el mundo.

Texto: Arian Esquivel, Fotos: Luis Castrejón, Video: Omar Ibarra

 

Lo que pasa actualmente en el planeta, nos hace mirar a nuestro alrededor, analizar las situaciones de nuestro contexto. Mitchel Márquez y Patricia Osuna saben que a veces las personas necesitamos ayuda de alguien pero que también podemos ayudar a los demás.

Y es que tenemos entendido que ayudar es el hecho de auxiliar, socorrer o cooperar con alguien cuando lo necesita; hacer un esfuerzo para tratar de conseguir ayuda para una persona que lo necesita para hacer algo o tal vez salir de alguna situación angustiosa.

Normalmente, día a día nos enfrentamos a un sin fin de situaciones, y no nos fijamos quién nos ayuda, ni quiénes nos dan el apoyo que necesitamos para seguir.

Ayudar, nuestra obligación moral

Aveces pensamos que solo debemos o tenemos que ayudar a nuestros familiares, amigos y conocidos, porque son los que tal vez en algún momento nos puedan dar auxilio también; mas no nos damos cuenta que todas las personas de nuestro alrededor pueden formar un gran apoyo hacia nosotros aunque no las conozcamos.
Mitchel Márquez, es un joven locutor, conocido por su programa de radio ‘El show de Mitchel’, explicó a 360. cómo es que este sentimiento, no obligación, de ayudar nació en él hasta convertirse en ‘Despertando corazones’, una organización que busca generar en las personas el sentido de empatía, así como la obligación moral que significa ‘ayudar’.
Hay quienes escuchan los latidos de su corazón antes de realizar cualquier acción y toman en cuenta lo que éste les dicta antes de actuar. Esas personas creen que ayudar es amar y que cuando se da, es más lo que se recibe. Ahí es donde está el valor del servicio: en entregarse sin esperar nada a cambio, en buscar una sonrisa en esas personas que tienen derecho a sonreír y a soñar, pero que, por circunstancias de la vida, se sienten desamparadas.
Ellos se suma a esas personas que cada día luchan por otros y esperan por un mañana feliz para quienes hoy necesitan una orientación.

 

La misión de ayudar

Mitchel nos contó cómo es que este sentimiento resaltó en él cuando apenas era un adolescente y viajaba en un vochito que entonces era su coche.
“Venía saliendo del trabajo, aún no era locutor, y traía en mi ser la ansiedad, el sentimiento de generar un cambio, de ayudar a todas las personas. En eso, en el periférico Luis Echeverría vi a una ancianita intentando cruzar el muro de más de un metro de altura. Era obvio, la señora no estaba bien completamente. Así que paré mi coche, me acerqué a la señora e intenté decirle que era imposible pasar ese muro, la cargué y la llevé a la otra esquina sorteando los coches. Ya seguros, le marqué a una patrulla para que pudieran llevar a la señora a un albergue”, explicó el locutor. “Al llegar el oficial, lo primero que me preguntó fue: ¿es tu mamá? ¿es tu abuelita? ¿es tu familiar?; a lo que respondí, no. ¿Entonces? repondió el policía. Eso me llenó de coraje y le pedí que se fuera, yo me encargaría de llevar a la ancianita a un albergue”.

Creo que mi acción hizo reflexionar al policía quien finalmente entendió su labor, su obligación como servidor público y me acompañó a llevar a un albergue a la anciana.
La mujer desde hacía tiempo estaba siendo buscada por su familia.
“Cuando me enteré que la señora se había extraviado y que yo colaboré a que se pudiera reunir con su familia, se me llenó el corazón de alegría, pues al ver los rostros de felicidad de los familiares así como sus muestras de cariño llenas de agradecimiento por haber ayudado a su mamá, entendí el verdadero valor de ayudar. Desde entonces decidí motivar a más personas para que orgullosas digan: yo fui parte del cambio”, comentó el locutor.

A despertar corazones
Con este tipo de relatos conmovedores y acciones sociales en la vida de Mitchel, fue como nació ‘Despertando corazones’ una organización sin fines de lucro ni intereses políticos, que busca generar empatía en los corazones de los habitantes de nuestro Estado para hacer de la acción de ayudar la misión de cada día.
“Esto surge por todo lo que nos rodea en el mundo, en una realidad donde solo parece dominar el egoísmo. A nosotros nos toca cambiar esto, porque los buenos somos más”, explicó Patricia.
La asociación que apenas ve luz formalmente ya se ha encargado de hacer sonreír a miles de corazones, así como de contagiar a muchos más para juntos generar acciones de valor.
“Desde nuestra trincheras tenemos que sumarnos a diferentes campañas y fundaciones, este proyecto va más allá de recaudar fondos y llevar ayuda, esto trasciende en la empatía, lo que aquí queremos hacer es despertar corazones”, comentó.

360

Promotor y gestor creativo. Creador. ciclista y lector.