Hace algunos años, la diseñadora y empresaria neoyorquina Kris Kim, dueña de la tienda La Garçonne, se fue de compras por París. En una tienda descubrió una chaqueta de color caqui que quería comprarse inmediatamente. El único problema: era de hombre y no había de su talla.
Investigó la marca, Save Khaki United (S.K.U.), y rápidamente contactó con su fundador, David Mullen. “Le dije que me encantaba su trabajo y que igual había una manera de trabajar juntos algún día”, explica Kim. Así empezó la colaboración entre Kim y Mullen, una colección para mujer que llega a las tiendas esta semana.
S.K.U. apareció hace 10 años con un concepto básico: producir ropa para hombres sin adornos “que tuviera un propósito”, como dice Mullen. Con el tiempo se dio cuenta de que, cada vez más, había mujeres comprando su ropa en tallas pequeñas. Así que, para esta colaboración, Kim y Mullen produjeron algunas de las prendas más populares entre las clientas, incluso en tallas más pequeñas. “Lo que no queríamos era hacer esas prendas en femenino”, dice Kim. “Muchas veces, cuando las prendas masculinas se hacen para mujer, empiezan a tener contorno, se ajustan a la cintura. Las mujeres no quieren eso, en mi opinión. En realidad lo quieren como es, pero tiene que quedar mejor en la parte de los hombros”. Añade que han intentado mantener el look de las prendas masculinas de Save Khakis, solo que modificadas para mujeres de tal manera que “no tengan la sensación de llevar ropa de hombre”. La mini-colección –jerséis de lana supima, camisetas de cuello redondo, chaquetas de trabajo, sudaderas de algodón, camisas de popelín y caquis monocromáticos– también se compone de piezas totalmente nuevas.
La inspiración para la colección, como describe Kim, fueron las prendas de sportamericanas de los 80 y los 90, y las mujeres que mejor las vestían. “En aquella época, cuando te encontrabas con una mujer elegante, llevaba unos chinos y sabía como ponérselos con una camisa blanca sencilla”, dice Kim. “Es un look clásico americano. Siempre deseo algo así. El otro día bromeaba sobre cómo vamos a hacer que las mujeres se pongan unos chinos de nuevo”.
