A disfrutar sin arrepentimientos

Recién inició una de las temporadas más felices del año, pero es también una en la que es muy fácil caer en excesos

Lo más fácil es que nos dejemos llevar por la emoción, las fiestas, los regalos, la tentación de gastar sin pudor y comer como si no hubiera mañana. Sin embargo, sabemos que después de los festejos llega la cuota. Es bueno disfrutar de las festividades, pero hay que hacerlo con inteligencia. En estas fechas en muchos trabajos la carga se aligera o al menos el ritmo se ralentiza, pero no quiere decir que nos podamos reclinar en nuestra silla pensando “ya para qué me apuro si el año ya se acabó”. Quizá ahorita los jefes tengan la mira en el cierre de año, pero el 2018 está a la vuelta.

Mejor estar prevenidos. Lo recomendable es terminar todos los proyectos que vencen con el año y prepararse para los más inminentes para que enero no nos sorprenda. También es muy fácil perder el control con los gastos. Claro que es una delicia comprar regalos para nuestros seres queridos y, a decir verdad, el contexto es sumamente seductor: hay “ofertas” por todos lados, “todo el mundo está comprando”, y las promociones con la tarjeta de crédito parecen una oportunidad que no hay que dejar ir. Sin embargo, después de los gastos vendrá el estado de cuenta. Mejor no perder de vista nuestro presupuesto, los compromisos previamente adquiridos y no gastar de más. Por último, la vida social se acentúa de tal manera que es irresistible cenar dos y hasta tres veces en una misma noche.

O peor aún, nos la vivamos “picando” todo el día, porque entre las galletitas de la mañana, los chocolatitos de media tarde, los brownies, cupcakes, refrescos, atoles, tamales y demás… no vamos a tener fin… igual que el aumento en la báscula. Si ya sabemos que en este tiempo es muy fácil subir de peso, no hay por qué descuidarnos. El orden, entendido como disciplina personal, nos ayuda a llevar una vida con límites sanos que nos dejan disfrutar sin perder la proporción. Es reflejo de fortaleza, de qué tanto somos capaces de aplazar nuestros deseos por mantenernos firmes en un objetivo. Nos permite trazar prioridades y con esto, tomar las decisiones con acierto a fin de lograr lo que queremos. En esta temporada, lo mejor es el orden, para disfrutar más y, sobre todo, sin arrepentimientos.

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Clara Villarreal

Consultora de imagen personal, etiqueta empresarial y protocolo Institucional y organizacional.