La sensualidad del queso ½

México es uno de los buenos consumidores de queso en el mundo

 Las siguientes son coplas del dominio popular que todo mundo hemos cantado en nuestra vida; incluso hoy, se le cantan aún a los niños en su cuna e infancia en este bello país llamado México. Usted las conoce. Es una especie de diálogo (pregunta y respuesta) entre dos interlocutores, van algunos versos:

-¿Qué tienes aquí?

-Un gusanito

-¿Con qué lo mantienes?

-Con pan y quesito.

-¿Con qué le das agua? Con un botecito.

-¿Lo mataremos? -¡Hay no!, pobrecito.

Si, pan y queso, quesito. Y si le agregamos vino, mejor aún: un manjar. ¿Cuántas variedades de queso ha probado usted estimado lector? ¿Cuál queso es su favorito? Según los últimos datos (diciembre de 2017), México es uno de los buenos consumidores de queso en el mundo, con aproximadamente 3.8 kilogramos anuales, aunque lejos, muy lejos del consumo en países como Francia (la mera mata de este sensual alimento) y España, donde el consumo medio anual por persona es de 26.2 kilogramos (Datos del Instituto Mexicano del Queso y de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Francia).

En la ciudad de México y a finales de año, se realizó la “Ruta del vino y queso” en varios restaurantes, sobre todo de la zona de Polanco, donde se incentivó a comensales a degustar la cata de este maridaje de alimentos que es toda una tradición en varias partes del mundo. Según notas periodísticas, se realizaron alrededor de 700 catas. Cifra nada mala para el monstruo de la ciudad de México que ofrece múltiples opciones de entretenimiento y gastronomía para todos los gustos y presupuestos.

Y avanzando en esto, hay toda una estrategia atrás; es decir, hay una campaña perfectamente diseñada por el Centro Nacional Interprofesional del Sector Lechero (CNIEL), una agrupación francesa impulsada por la Unión Europea, la cual promueve el consumo de quesos europeos (emmental, camembert, blue dàuvergne, mimolette, brie… por citar los más socorridos, aunque usted lo sabe, los franceses tienen más de mil variedades disponibles en su territorio. ¡Ah!) Hechos con leche de vaca de México. En Querétaro, por ejemplo y sin ir a Europa, hay una ruta de vino y queso, con una media de visitantes anuales de turistas por el orden de los 700 mil visitantes. Sin duda, el nuevo Director de Turismo en el Estado, Javier Guerra se muestra más que dormido en su radio de influencia. En su nuevo puesto no se ve su accionar ni su ejecución con alguna campaña como ésta, donde amalgamen (maridaje) los vinos de Coahuila (ya bien posicionados) con los quesos, los buenos quesos de la región que sí hay. Mucho pro hacer y trabajar, lástima que el nuevo Director de Turismo estatal no tenga un visión amplia y certera de tan delicado y estratégico sector.

No por algo, el poeta Baltasar de Alcázar, cayó rendido ante el embrujo de una bella moza, cuando ésta le convidó de la siguiente vianda donde hierve la pasión, la sensualidad, la literatura y la gastronomía: “Tres cosas me tienen preso/ de amores el corazón:/ la bella Inés, el jamón/ y berenjenas con queso….” Sin duda, presos estamos de amores todos, ante tal combinación…