Marcela Rodríguez López: los momentos se narran.

Por: Arián Ojili / Fotos: Luis Castrejón

 

¿Cuál fue la última foto que te dejó completamente hechizado? ¿La recuerdas? Apuesto que aquélla era una foto llena de vida que transmitía cosas. No era una simple composición de colores y formas. Había algo en esa foto.
Y es que la fotografía es un arte. La cámara, como el pincel y el lienzo o el cincel y el mármol, se ha convertido en una herramienta imprescindible para que muchos artistas expresen sus ideas, emociones y puntos de vista. Y como en todo arte contemporáneo lo
importante es contar una historia.
La fotografía debe cuestionarnos sobre un tema o una idea; contarnos una noticia, describirnos un panorama.
Marcela Rodríguez López, una joven fotógrafa de 23 años, desde pequeña ha encontrado en la fotografía una forma de expresarse.
Hoy, Marcela, quien se dedica a hacer fotografías de viajes, paisajes y productos; nos cuenta su historia y cómo con su cámara narra momentos.

Siempre presente
La fotografía siempre estuvo rondando la vida de Marcela Rodríguez López y no pudo resistirse a ella. En cada viaje o salida, la cámara familiar se apoderaba de Marcela
para contar los momentos. Fue ahí donde la pasión surgió.
“Toda la vida me ha encantado tomar fotos, de manera casual con la cámara familiar. Luego tuve una polaroid, me encantaba imprimir las fotos. Era un juego, un gusto que desde niña desarrollé”, explicó Marcela.


Dicho gusto, buscó hacerse más presente en la vida de Marcela; fue hace como cinco años cuando decidió comprarse una cámara y comenzar una aventura con la lente.
“Compré mi propia cámara; súper básica, una Nikon d3300 y empecé a tomar fotos en viajes, en todos lados. Sentía la necesidad de tomar fotos y comencé a tomarlo
más en serio: investigué en Internet, leí mucho, vi tutoriales”, comentó la fotógrafa.
Cada disparo, era una historia, pero también una lección. Poco a poco Marcela fue perfeccionando su técnica, afinando la vista y percibiendo todas las perspectivas posibles.
Con fotografías fascinantes de sus viajes, Marcela logró contar
historias impresionantes que se difundieron entre conocidos y amigos.
“Se corrió la voz de mis fotografías y yo las compartí en Instagram. Sin planear nada, amigas y conocidos me pidieron que les hiciera fotos de sus productos y así fue como
comencé”.

Narrar un momento
Toda gran fotografía es una fotografía narrativa. Las fotos chulas, impresionantes, que te quitan el habla y te dejan fascinado, todas te cuentan algo. Todas guardan una historia en su interior.
Y Marcela es una experta, apasionada y adicta al mundo de contar historias a través de una fotografía.
A diferencia de una película, que dura su hora y media o dos, una obra de teatro, o una novela que tardas un día o una semana en leer, una foto es un disparo momentáneo.
Con una foto captas aquello que está sucediendo en una milésima de segundo. Esto hace que contar historias parezca, de entrada, una tarea nada fácil.
Sin embargo personas como Marcela tienen esa sutileza de contar con clicks, imágenes que nos atrapan y nos sumerge en la emoción.

Su objetivo
Marcela, sabe que el camino que ha tomado es el indicado y se esfuerza por cumplir su sueño: tomar fotografías con valor y apoyar a su país.
“Quiero ayudar a potencializar a todos los productores locales y además seguir tomando fotografías de mis viajes”.

Colaboraciones
Marcela Rodríguez, ha logrado concretar su carrera como fotógrafa profesional
trabajando para marcas como:
-Patricia Ciries
-Natural Blend
-Bodegas del viento
-Gabriela Ramos Repostería
-Elena’s
-Yoglu
-Yumorama

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Promotor y gestor creativo. Creador. ciclista y lector.